«Wikipenas»

A uno las revelaciones de Wikileaks le han dejado hecho polvo. Uno, que pensaba que los americanos eran gente desinteresada que todo –los rascacielos, las hamburguesas, el Winston, las guerras…– lo hacían por puro altruismo, por nuestro bien, sin esperar nada a cambio, felices de que les insultáramos… y ahora me entero de que sus embajadores andan haciendo presión por el mundo para que apoyemos sus políticas y no les sentemos en el banquillo. ¡Es que no me lo puedo ni creer! Wikileaks me ha abierto los ojos. Me ha hecho un adulto de pronto. Me ha robado la inocencia. Desde Wikileaks ya nada será igual. Wikileaks nos ha dicho que los Reyes Magos son los padres y que a los niños no los trae la cigüeña. ¿Está preparado el mundo para estas revelaciones? Wikileaks nos ha dicho que también Zapatero se deja presionar; que no es tan antiamericano como decía; que al Gobierno y a los altos fiscales lo de Couso no les importaba tanto como aseguraban. ¡Qué decepción! ¡Tanto atacar a Zapatero para esto, para darme cuenta de que es como todas; como Felipe, que cuando llegó a la Moncloa nos metió en la OTAN. Es duro comprender con más de cincuenta años que ya no quedan rojeras de veras. Hoy es que con las ultra-tecnologías se acaba sabiendo todo. Se ha pasado para siempre el tiempo en que se podían ocultar todas las mierdas. Uno, que era ingenuo y alegre y mocito, ahora se siente huérfano. He perdido la fe en Conde-Pumpido. Yo, después de esto, no sé si meterme monja y darle la espalda al mundo.