Mas admite que el Estado catalán sería expulsado de la UE

Barcelona- «Fuera de España y de Europa se está en ninguna parte y condenado a la nada». Mariano Rajoy lanzó este aviso a los separatistas el pasado fin de semana, pero Artur Mas no parece demasiado preocupado por el momento. Su única obsesión es que el Gobierno acepte la celebración de una consulta soberanista en Cataluña. Ahora no le preocupan las consecuencias, aunque ayer no le quedó más remedio que admitir lo que dicen las normas de la UE: la independencia provocaría la expulsión del club europeo.

Mas admitió en una entrevista en TV3 que «la letra pequeña de los tratados» de la UE no recoge la posibilidad de una ampliación de socios por la división de uno de los Estados miembros y abogó por una reforma de la legislación en este sentido, la cual no forma parte de ninguna agenda europea. El líder de CiU quiso agarrarse hace unos días a unas declaraciones de Viviane Reding, vicepresidenta de la Comisión Europea, que afirmó que «ninguna ley dice que Cataluña deba salir de la UE si se independiza». El problema es que la propia Reding rectificó y a Mas no le queda más remedio que asumir la realidad.

En todo caso, CiU confía en solucionar el ingreso en la UE de la Cataluña independiente más adelante. Entretanto, el presidente de la Generalitat se esfuerza en exigir que el Gobierno acepte de forma «pacífica y democrática» el proceso que ha abierto en Cataluña, pero el Ejecutivo no está dispuesto ni a ignorar la Constitución ni a renunciar a la unidad de España.
Así las cosas, el líder de CiU anunció cuál va a ser su estrategia: «Internacionalizar el conflicto». Es decir, que su Gobierno –en el caso de que los electores le permitan volver a encabezarlo tras las elecciones del 25-N– acudirá «ante Bruselas y ante los tribunales europeos» si es que el PP impugna ante el Tribunal Constitucional la ley de consultas que el Parlament debe aprobar una vez se inicie la próxima legislatura.

Una de las manos derechas de Mas, el secretario general de CDC, Oriol Pujol, también se refirió al proceso soberanista y lo hizo en un lugar emblemático, a pocos metros de la tumba del ex president Lluís Companys, fusilado hace exactamente 72 años ayer. «Esto no lo para nadie, ni siquiera los ejércitos, los tanques o los cañones», se jactó. Y añadió: «Hoy podemos decir que no habrá otro presidente fusilado».

Problemas sin resolver
En paralelo a la obsesión independentista de CiU, la Generalitat continúa con sus impagos. Muchas farmacias todavía no han cobrado la factura de los medicamentos dispensados a los hospitales públicos en julio, pese que la Generalitat ha recibido una parte del rescate. Como protesta, las farmacias realizarán un cierre patronal el 25 de octubre.