Siria
Abandonado por sus aliados
El juicio contra Mubarak y sus dos hijos podría ser un precedente del futuro que les espera a los restantes autócratas árabes que usan métodos violentos contra las revueltas populares en caso de que éstas triunfen. Curiosamente, el ex presidente egipcio, que está ante un tribunal por haber ordenado utilizar armas contra manifestantes pacíficos, actuó de una manera mucho menos extrema que Gadafi en Libia, o Bachar al Asad en Siria. Es más, Mubarak ofreció en sus últimos días en el poder concesiones similares a las del rey de Marruecos, con las que éste sí calmó las revueltas. Nombró un vicepresidente, prometió elecciones, reformas constitucionales y no presentarse como candidato. Sus buenas intenciones llegaron tarde, pues sus aliados ya le habían abandonado, y finalmente renunció, después de que murieran en los disturbios cerca de 850 personas.
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