Madrid- Según van pasando los días, las empresas que participaron en la fiesta de Halloween del Madrid Arena, en la que murieron cuatro jóvenes por aplastamiento, intentan apartarse de lo sucedido. El miércoles, la sociedad que organizó el evento, Diviertt, lanzó un comunicado en el que intentó desvincularse del aforo «sobradamente sobrepasado» (según la Policía) de aquella noche e intentó responsabilizar de la seguridad en el recinto al Ayuntamiento de Madrid. Ayer, fue la empresa de porteros (Kontrol 34) la que quiso poner tierra de por medio en el caso, al asegurar que no fue contratada por los organizadores (Diviertt), sino que sólo le «facilitó» una relación de controladores de acceso y que fue ésta la que se encargó de contactar con ellos y contratarlos.

La versión de Kontrol 34 choca con la que ha dado hasta ahora Diviertt, que en la relación de datos trasladada al Ayuntamiento sobre la fiesta establece que: «El equipo de servicio de orden está a cargo de Kontrol 34 (interior) con 75 operativos)». «No hemos tenido ni tenemos que ver con la propiedad, ni con la empresa organizadora del evento en lo relativo a dicho contrato de alquiler, ni con la obtención de licencias, ni con la supervisión de las condiciones técnicas o de seguridad, ni con cualquier otro aspecto relacionado con la referida contratación», insisten en el comunicado.

Por su parte, la seguridad exterior y la requisa de materiales en la entrada del recinto está a cargo del Grupo Seguriver, contratado por el Ayuntamiento para el Madrid Arena mediante concurso público.