La sombra de Millet salpica a Convergència

BARCELONA- Casas, coches, viajes de ensueño, televisiones de última generación, sobres con varios miles de euros a repartir entre los suyos y hasta para pagar la guardería... la investigación del «caso Palau» ha puesto al descubierto el elevado tren de vida del ex presidente de la institución, Fèlix Millet, su brazo derecho, Jordi Montull, y los familiares más cercanos de ambos a costa de los presupuestos del Palau, cuyo desfalco supera los 34 millones, según dos auditorías. Sin embargo, la investigación también ha salpicado a Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), cuya fundación recibió 630.000 euros de la institución.CDC llegó a un acuerdo con el Palau de la Música para devolver el dinero que Fèlix Millet les dio para la fundación Trias Fargas (ahora CatDem) en un plazo de diez años. Los de Mas daban así por cerrado un capítulo que mancillaba su nombre en un momento delicado: año electoral. Pero esta semana el caso ha vuelto a poner en primer plano las relaciones de Convergència con el ex presidente de la institución cultural, principal imputado en la trama aunque permanece en libertad y sólo tiene que ir a firmar al juzgado una vez al mes, al igual que Montull.Los dietarios de Gemma Montull, hija de Jordi Montull, ex directora financiera de la institución y también imputada en la trama, ponen en relación pagos a la Trias Fargas después de que el Palau recibiera donaciones de Ferrovial. En las anotaciones de Montull, a las que tuvo acceso «El Periódico», se relacionan los pagos de la empresa al Palau con las adjudicaciones de las obras de la Línea 9 del Metro de Barcelona y la Ciudad de la Justicia, ambas concedidas por los últimos gobiernos de CiU a un grupo de constructoras en las que Ferrovial tenía participación accionarial. El 30 de mayo de 2005 el Palau recibía 120.000 euros de la constructora; el mismo día, las arcas gobernadas por Millet daban un cheque, correlativo con el anterior, por la mitad de esa cantidad a la Fundación Trias Fargas, según las anotaciones. El propio Mas entiende que su formación no tiene nada que esconder. A su juicio, «no hay nada más que anotaciones en una libretita» y «si el Palau usaba el dinero que le llegaba para unas cosas o para otras, no es un problema de CDC sino del Palau y eso está bajo investigación judicial».Muchos interrogantesPero lo cierto es que la Justicia tiene abiertos muchos interrogantes si se tiene en cuenta que las notas de Montull –incautadas en el registro del 23 de julio del pasado año por orden del juez que investiga el saqueo del Palau, Juli Solaz– arrojan múltiples relaciones de pagos de la institución con empresas que trabajan o han trabajado con CDC. Por ejemplo, Letter Graphic y New Letter entre 2007 y 2009 facturaron al Palau 952.583 euros, pese a que los gestores de la entidad cultural sostienen que estas empresas nunca han trabajado para ellos. Millet llevaba una doble contabilidad y disponía del dinero a su antojo, pero esta semana el Parlament volvía a bullir, ya que ambas empresas han trabajado también para la fundación de CDC y el propio partido. Otra empresa, Hispart, recibió del Palau 956.000 euros entre 2004 y 2008. El administrador, Juan Manuel Parra, también gestiona Stereo Rent, que además ha hecho actos con CiU.La comisión, duda hasta el martesEl PSC decidirá el martes si apoya una comisión de investigación para esclarecer todo este embrollo. Desde el pasado septiembre, el PP exige a los partidos que –más allá de la Justicia–, se cree una comisión en el Parlament. ICV esta semana también ha impulsado la iniciativa, pero más dubitativa ha sido la respuesta de ERC, que pide a los tribunales algo tan imposible como que se pronuncien en dos meses antes de decidir si la apoya o no. Los socialistas están estudiando qué hacer, ya que al estar en el tramo final de legislatura la comisión sería muy breve para poder llevar las conclusiones a pleno.