El gran carnaval de Kiko Veneno

Dice Kiko Veneno (es decir, José María López, Sanfeliu, Figueres, 1952) que estaba a punto de dejar la música hace veinte años. «No encontraba proporción entre mis esfuerzos y la respuesta del público», explica. Así que se propuso un último intento, para lo que contaba con el mejor aliado posible, Santiago Auserón (Radio Futura), que iba supervisando las letras que el excomponente de Veneno iba escribiendo durante dos años. Las historias que finalmente formarían «Échate un cantecito», uno de los discos más importantes del pop español. «Lo concebimos como un acto de escritura, más que musical –cuenta–. Empecé por las letras. Y descubrí que era más fácil contar algo con una historia que con un armazón teórico». Y un segundo hallazgo siguió en esa dirección: «Por entonces yo era muy aficionado al Carnaval de Cádiz. Sobre todo a la rima y la sonoridad, porque desde el punto de vista fonético, da igual que canten a coro o que estén borrachos, les entiendes. Yo buscaba esas letras que son poéticas, que son sonoras y que pueden ser divertidas».

Chirigotas
Y es cierto. Cualquiera que reproduzca mentalmente el soniquete de una chirigota entiende las similitudes con la canción de, por ejemplo, Lobo López. Y fueron saliendo el mítico Joselito, el Mercedes Blanco, los superhéroes de barrio, o el mensajero, juntas, formando un universo cuyos confines se han explicado mejor en la reedición del álbum, que se ha publicado este año. Y con él ha llegado la gira que pasa este mes por Barañain (Navarra) hoy, Gijón (10 de agosto) y en Cádiz, el verdadero aliento de ese país imaginario, el día 15, en un concierto especial de aniversario del álbum.

La reedición del disco, publicada este año por Sony, viene acompañada del diario que el propio Kiko Veneno fue redactando durante la grabación del disco, con propósito de dejar constancia, no de analizar. Allí está un verso que canta en «Salta la rana». «Las cosas que yo sé las sabe un tonto cualquiera», dice Kiko Veneno, el rey de lo popular en el rock, y que hoy reivindican Sr. Chinarro o Los Planetas. «Lo popular es algo que no tiene esa universidad ni ese protocolo ni esa jurisprudencia, es algo que sale del alma de la gente, que no tiene formación pero sí una intuición certera de las cosas de la vida y que además es capaz de transmitir sentimiento. Eso es lo que busco», dice. «Pero se canta sobre temas de mucho valor. Es curioso, porque todos los poetas cultos que han tenido trascendencia han abordado esos temas. Pero yo no estoy en esa categoría. Hay quien se cree inteligente y otros pensamos que vemos el mundo tal y como es», asegura.

Sambenito de culto
El disco se publicó en 1992. «De no ser por Auserón, nunca habría sido posible», dice Kiko Veneno, que vio cómo el álbum fue dejado de lado por su discográfica. «Rosana vendió ese año un millón de copias y es difícil que yo hubiera podido, pero no le hicieron promoción ni se publicó fuera. Nunca me he quitado el sambenito de músico de culto».