España

«Arrugas»: para no olvidar

«Arrugas»: para no olvidar
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Paco Roca dibuja dedicatorias con soltura. En un abrir y cerrar de ojos ha rematado otro boceto de uno de sus personajes en el interior de un ejemplar de «Arrugas». Lleva vendidos 40.000, y esos son muchos para la sufrida industria del cómic español: «El invierno del dibujante», otra de sus joyas, ronda «sólo» los 20.000, cuenta Roca, y reconoce: «Cuando hacía "Arrugas"no soñaba con esto, pensé que pasaría desapercibido, no creí que hubiera un público para una historia así». Pero lo había: su divertida y dura mirada al día a día de un jubilado con Alzhéimer y a la vida en una residencia ganó el Premio Nacional de Cómic en 2008.

Tebeos para todos
Y así, la novela gráfica llegó a manos del productor Manuel Cristóbal («El bosque animado», «El lince perdido»...). Y éste no lo dudó. «Se van perdiendo ciertos prejuicios. Todavía no es como en Francia, donde es habitual ver proyectos así, pero el cómic español cada vez tiene más difusión y los medios empiezan a hablar con normalidad de estas cosas. El cómic llega a gente que antes no lo leía. Y eso ha pasado con "Arrugas"», cuenta el dibujante valenciano, más próximo a la sensibilidad de Hayao Miyazaki que a las producciones de Disney. Además, el cómic español ha sabido sacudirse la etiqueta de infantil y ha abordado todo tipo de temas: «De un tiempo a esta parte hay una cantidad de autores españoles haciendo cosas muy interesantes para un público en general. Uno de los problemas en España era que había que encontrar un cómic autóctono y, poco a poco, se va consiguiendo». Y cita títulos como «María y yo», «Blacksad», «El arte de volar» o el propio «Arrugas». Y añade sobre el tebeo y el cine españoles: «Va a ser el comienzo de una larga amistad».

Gracias a su obra, cuenta Roca, «aprendí lo que es padecer Alzhéimer. Nunca te haces del todo a la idea, pero estás en eso, ves a las personas mayores y cómo le iba afectando la enfermedad al padre de Emilio, que es un buen amigo. Después, gracias a las charlas que he dado, he aprendido lo duro que es convivir con una persona con Alzhéimer». Pero libro y película comparten un humor sutil, tierno y con los pies en el suelo.

 

El detalle
LEVANTAR UN GOYA

«Arrugas» opta al Goya a la mejor Película de Animación, y se ha «colado» también en la lucha por el de Guión Adaptado: «Ojalá lo ganemos... Si sale el premio de guión, lo cual es muy difícil, ahí estaré».