Conde apenas logra un 11 por ciento de los votos

MADRID- El ex banquero Mario Conde utilizó Galicia como banco de pruebas para una posible aventura política más estable. Sin embargo, los datos de las elecciones de ayer se pueden resumir en una sola palabra: fracaso. Conde y su Sociedad Civil y Democracia (SCD) naufragaron en toda regla en las rías electorales y Pontevedra, por la que se presentaba como candidato a la Xunta y única provincia en la que tenía ciertas expectativas, le dio la espalda. En La Coruña, Lugo y Orense los resultados fueron todavía más descorazonadores para sus expectativas. Los 120.000 euros empleados, al menos Ésa es la cifra oficial, en la campaña han tenido un rédito electoral muy bajo, más bien prácticamente nulo. Ni Conde ni ninguno de sus candidatos ocupará un escaño en el palacio del Parlamento gallego.

Sobre las dudas que pueden existir sobre si Conde seguriá adelante con su proyecto político, hay que recordar lo que dijo en plena campaña electoral: «Si sacamos el 0,5 % de los votos estaría lastrado, pero si logramos el 4,9 o el 4 % en quince días me temo que funcionará». Pese a todo, Conde, que se mostró muy «emocionado» al ser ésta la primera vez que vota en su tierra, aseguró que continuará adelante con su proyecto, aunque el respaldo obtenido fuese de apenas el 1,1 por ciento. Eso sí, no tuvo reparos en admitir que los resultados cosechados contienen «un punto de fracaso», informa Efe.

El ex banquero aludió a que un partido se basa en «una estructura» que, dijo, SCD no tiene «pero tendrá», en «las personas», que se unieran al proyecto, sabedores de que se les exigía «un gigantesco esfuerzo» que, posiblemente, no tendría «un resultado material»; y en unas «convicciones». En este punto recalcó que las de su partido «no pueden estar equivocadas» sino que, al contrario, son «el sentir general» de la sociedad española.

Los resultados colocaron a SCD en séptimo lugar en el respaldo del electorado, muy por debajo de las expectativas iniciales de Conde.

En plena campaña electoral también salió a relucir una decisión judicial que perjudicaba claramente sus intenciones: El decomiso de cinco fincas de su propiedad para pagar a Banesto lo que la Audiencia fijó en la sentencia que le condenó por estafa y apropiación indebida a diez años de cárcel.