Europa

Medidas económicas

Toda una lástima

La Razón
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El acuerdo sobre pensiones no genera entusiasmo entre los ciudadanos, según todas las encuestas. A nadie le gusta ver como se reducen sus pensiones, que le digan que tendrá que trabajar más para cobrarlas y, para colmo, que a pesar de cotizar más años, cobrará menos. Sin embargo, el acuerdo era necesario para garantizar la estabilidad del propio sistema –somos más y vivimos más–, para evitar que sólo cobren pensión los que tengan la posibilidad de pagarse un plan privado –cobraremos menos, cierto, pero cobraremos todos–, y para lanzar un mensaje de confianza a Europa y al conjunto de los mercados.

A pesar de que algunos pongan el grito en el cielo, con Rajoy a la cabeza que parece tener una depresión post-pacto, el acuerdo es positivo. De hecho, la presión sobre nuestra deuda se ha rebajado de forma sustancial. También el acuerdo abre la puerta a una reforma –urgente– de la negociación colectiva y, aunque puedo pecar de optimista, también es posible una vuelta de tuerca a la reforma laboral que, visto lo visto, no sirve para mucho.

Rajoy, en lugar de ponerse el uniforme de estadista, prefiere sacar pecho y apelar a un dudoso «orgullo nacional», como si eso nos fuera a sacar de problemas. Mientras toda Europa hace recortes, incluidos los gobiernos de derechas, a Rajoy le vale con «denunciar» que hacemos los deberes que nos dicta Merkel. Además de descubrir, un poco tarde, que Alemania manda en Europa, un poco tarde, ya no recuerda que Aznar tuvo que hacer también deberes cuando España aceptó Maastrich. Su objetivo sólo es ganar y cuanto peor vaya todo, mejor. Su reino no es de este mundo. Toda una lástima.