Emigrantes con iPhone y Máster

MADRID- La imagen del españolito medio con su maleta desvencijada y su cara de susto en una terminal de transporte extranjera sólo se puede ver ya en las películas de época. Al igual que han hecho las grandes multinacionales españolas, que han buscado y perseguido el negocio fuera de nuestras fronteras, los jóvenes (y no tan jóvenes) profesionales ya no tienen miedo a salir a la caza de un empleo, y las cifras estadísticas así lo indican.

En los últimos tres años 97.916 españoles han abandonado nuestro país en busca de mejores oportunidades de trabajo en el exterior. Según la empresa de trabajo temporal Adecco, la demanda para trabajar fuera se ha duplicado en los últimos dos años por culpa de la coyuntura nacional. No en vano, 35.372 españoles abandonaron nuestro país en 2009. Según los perfiles elaborados por esta compañía, las personas que se sienten más atraídas por la idea de trabajar en el extranjero son fundamentalmente hombres, de entre 25 y 35 años, y que aún no poseen responsabilidades familiares.

Cuentan con una formación «altamente cualificada», que responde a lo que los sociólogos denominan «emigración selectiva» o «fuga de cerebros».

Antes de la crisis los puestos de trabajo que más cubrían los españoles en el extranjero estaban relacionados con la investigación, la medicina y la biología, pero esta lista se ha ampliado a ingenieros, arquitectos e informáticos que han perdido su empleo o consideran que su trabajo será más valorado fuera de España.

A esta «fuga» también ha contribuido, según Adecco, que las empresas españolas se focalizan cada vez más en los mercados con mayor potencial de crecimiento, y es que las compañías del selectivo Ibex-35 ya generan más del 50% de su negocio fuera de España. Todo ello, a corto plazo, «puede considerarse un peligro para el propio desarrollo del mercado laboral español, ya que puede perder el potencial de algunos profesionales que pueden aportar conocimiento y experiencia», según la firma internacional de recursos humanos.