Navarra
ETA se vanagloria de los resultados electorales de Bildu
Ni disolución, ni entrega de las armas, ni perdón a las víctimas…Todo lo contrario. ETA, según el avance que publicó ayer el diario «Gara», exige una nueva negociación con el Gobierno.
Asimismo, se vanagloria de los votos obtenidos por Bildu, la coalición con Eusko Alkartasuna, propugnada por la propia banda, según documentos aportados en su día al Tribunal Supremo, que ilegalizó las listas de esta formación, luego convalidadas por el Tribunal Constitucional.
Aunque habrá que esperar a conocer el comunicado en su integridad, de lo adelantado ayer se deduce que ETA quiere un «proceso» como el de 2006-2007, con una negociación en dos frentes: mesa de partidos políticos y Gobierno. Asimismo se atribuye la misión, «junto con los que creemos en Euskal Herria, de hacer frente a los ataques» y «derribar el muro de la negación».
La banda utiliza su habitual lenguaje ampuloso, lleno de palabras grandilocuentes, y se muestra «plenamente convencida de que se ha abierto una oportunidad para construir un escenario de paz y de libertad en Euskal Herria».
¿Qué es lo que quiere decir? El escenario se ha abierto porque se ha permitido la presencia de Bildu en las elecciones; pero eso no basta, por lo que, advierte, hay que «profundizar en el camino emprendido».
¿Cuál es ese camino? Que todos los «agentes», entre los que están incluidos los partidos y, por supuesto, el Gobierno, abran «espacios para el diálogo y la negociación», con el fin de «trabajar en favor de la solución». Es decir, que la hipotética desaparición de ETA, tan cacareada desde distintos ámbitos políticos, tiene que pasar por una mesa de conversaciones. Lo previsto, aunque algunos no lo quieran ver.
No deja de resultar curioso que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, dijera ayer mismo que no esperaba un comunicado de la banda.
Los expertos antiterroristas ya advirtieron de que ETA haría suyos los resultados de Bildu. Los terroristas creen que el 22 de mayo, cuando se celebraron las elecciones municipales y forales, «Euskal Herria ganó la batalla política e ideológica de la ilegalización». Cabría preguntarse a quién se la ganó, por qué y a cambio de qué.
La banda, que habla del importante momento que vive Euskal Herria (País Vasco más Navarra, según los pistoleros), considera que los acontecimientos de estos últimos meses, como los resultados de los últimos comicios, «han marcado un hito en el nuevo tiempo que está comenzando a abrirse». El nuevo tiempo para los pistoleros es el proceso que les puede llevar a la independencia –«unica alternativa real»–, algo que, antes de la legalización de Bildu, veían en un futuro lejano, pero que ahora, con los «nuevos tiempos», creen tener al alcance de la mano. Han cobrado un gran protagonismo y se vanaglorian por ello.
No puede sorprender, porque se trata de ETA, que el lobo muerda al que le ha dado de comer. La denuncia que hace de la «estrategia represiva y de bloqueo» del Estado español (también ataca a Francia), el mismo que, a través de unas de sus instituciones, ha permitido que Bildu estuviera en las pasadas elecciones, forma parte del recordatorio de que hay que hacer muchas más concesiones para que se mantenga el alto el fuego.
ETA ha hecho coincidir la publicación del avance del comunicado con la toma de posesión del nuevo ministro del Interior, Antonio Camacho, que ha sido en los últimos años el más estrecho colaborador de Rubalcaba en el departamento. Coincide, a su vez, con el levantamiento de tres «zulos» en Francia (hecho que la banda no podía conocer) y se publica pocos días después de la detención en Inglaterra del que fuera cabecilla terrorista Enero Gogeascoechea. El texto estaba redactado, casi con toda seguridad, antes de este arresto, ya que las dificultades operativas por las que atraviesa la banda en Francia hacen que la elaboración de los manifiestos, elaborados por una o dos personas, pero consultados a algunas más, requieran su tiempo.
Al frente del «aparato político», encargado, entre otras cosas, de escribir los comunicados, se encuentran Irache Sorzábal y David Pla, que son los que protagonizaron la última aparición «televisiva», capuchas incluidas, para dar lectura a otro texto.
El «desmarque» que el portavoz de Batasuna, Arnaldo Otegi, ha hecho de ETA durante los juicios contra él en la Audiencia , además de responder a una lógica estrategia de defensa, podría deberse al conocimiento de que el comunicado que, más temprano que tarde, iba a publicar la banda no contendría grandes anuncios sobre una disolución.
LA RAZÓN ya adelantó que la llamada «izquierda abertzale» y, por supuesto, el Gobierno deseaban que el texto incluyera algo sobre este asunto, con el fin de que los procesos judiciales pudieran terminar en absoluciones y que todo transcurriera con una cierta tranquilidad hasta las elecciones generales. Como ha ocurrido siempre a lo largo de su siniestra historia, ETA ha reivindicado su papel, exige negociaciones y, en definitiva, trata de demostrar que son los terroristas los que han ganado, los que han acertado.
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