Simeone nunca se rinde

MADRID- La obligación de Simeone es mantener alta la moral de la tropa y por eso el técnico del Atlético de Madrid insiste a sus jugadores que pelearán por la Liga de Campeones hasta que las matemáticas no digan otra cosa. Sin embargo, las opciones son mínimas –no llegan al 3%– y el Málaga, aunque pierda hoy en el Calderón, recibe al Sporting en la última jornada, con lo que la victoria frente a los asturianos le daría plaza para la «Champions» haga lo que haga el Levante en sus dos encuentros.

La lógica apunta a que el Valencia será el tercero y que el Atlético se tendrá que centrar en asegurar la Liga Europa por si no gana al Athletic en la final de Bucarest, ya que Mallorca y Osasuna todavía tienen opciones.

Simeone, que será el entrenador rojiblanco la próxima temporada y así lo reconoció ayer el presidente Enrique Cerezo, sólo piensa en el choque de esta noche ante los de Pellegrini y aparca la final de Bucarest. El técnico reflexiona y lamenta los cuatro puntos que se le han escapado al Atlético en los dos últimos partidos. Lo que no dice es que los errores propios, al margen de los del colegiado del Benito Villamarín, han sido decisivos para que el partido ante el Málaga no tenga la trascendencia que hubiera podido tener.

Con Gabi, sancionado, el doble pivote será para Mario y Tiago. El portugués no podrá jugar en Bucarest por sanción. Perea puede ser titular, minutos tendrá para despedirse de la afición, porque Juanfran arrastra unas molestias y quizá Salvio entre por Arda. El Málaga recupera a Isco y a Joaquín. Pellegrini ha pedido un arbitraje normal. No se sabe si querrá curarse en salud o es que desconfía de los árbitros.