Valencia

Rock in Rio furor adolescente

Tras la resaca de Rihanna y Shakira, le tocó el turno a los más jóvenes. El día de la familia llevó a Arganda a una Miley Cyrus casi mayor de edad con su legión de seguidores. Amy MacDonald, McFly y El sueño de Morfeo sirvieron para abrir boca

Amy Mcdonald durante su concierto
Amy Mcdonald durante su conciertolarazon

Superando las cifras de su anterior paso por Rock in Rio, Shakira reinó de nuevo en el festival madrileño, prorrogando su idilio con España, aunque esta vez su actuación fuese más irregular y se viese afectada por algunos problemas de sonido. «Me siento como en casa, no se imaginan cómo les quiero», dijo pocos minutos después de salir al escenario, derrochando magnetismo con su público, que se dejó llevar sin mayor problema por algunos de los éxitos más conocidos de la colombiana. «Te dejo Madrid» cayó casi al principio, y luego llegarían «La tortura», «Inevitable» o «Las de la intuición», si bien el gran momento de su concierto fue el cameo de René Pérez (Residente), de Calle 13, con quien interpretó a dúo «Gordita», elevando la temperatura en el Escenario Mundo.Entretanto, no faltaron los consabidos movimientos de cadera y la simpatía habitual en la de Barranquilla, si bien a veces su voz no estuvo a la altura de los bailes. También reservó un hueco para su lado más íntimo («Si te vas», «La pared»), mientras que los cortes de su segundo disco se tuvieron que conformar con un puesto menor, de modo que los contoneos de «Loba» no alcanzaron la intensidad esperada. Tras un pequeño parón, cambió los pantalones por una falda roja hasta los pies e introdujo el flamenco de «Gipsy», con la colaboración de Enrique Heredia (La Barbería del Sur). Como punto final, los ritmos calientes de «Hips don't lie» retomaron la senda del baile, con una lluvia de confeti para despedir su actuación tras una hora y veinte de concierto que a muchos supo a poco.Doce horas después, las puertas de la Ciudad del Rock se volvían a abrir, en el denominado día de la familia, dominado por la presencia de una Miley Cyrus dispuesta a enterrar para siempre a su «alter ego» Hannah Montana, dando por finiquitada una precoz adolescencia y emprendiendo un camino en el que corre el peligro de quemar su estrellato demasiado rápido, con una imagen que ahora se aproxima más a la de Britney Spears que a la inocente niña de la serie de Disney que la lanzó a la fama hace cinco años. Para calentar aún más el ambiente, corría la voz de que David Bisbal estaba allí, anticipando su presencia para interpretar el tema que hacen a dúo en la banda sonora de «La última canción», la película protagonizada por Miley que se ha estrenado este mismo fin de semana.Antes, los más pequeños, que para eso eran los grandes protagonistas del día, se lo pasaban en grande en la lanzadera, la noria o la tirolina, aunque para ello tuvieran que superar, de la mano de sus padres, unas desalentadoras colas bajo el sol que caía a plomo sobre estos 200.000 metros cuadrados situados junto a la carretera de Valencia. «Todo está muy bien, pero con alguna sombra más seríamos felices, porque a este paso se nos va a derretir algún niño», comentaba una madre.Después de que el alcalde de Arganda del Rey, Pablo Rodríguez Sardinero, y el máximo responsable del festival, Roberto Medina, confirmasen en rueda de prensa que Rock in Rio volvería en 2012, la programación en el Escenario Mundo se abrió con la escocesa Amy MacDonald, que con su primer disco parecía llamada a empresas mayores, pero que ha perdido parte de la chispa con que arrancó su carrera. Aquí afrontó con voluntarismo su papel de subalterna, con canciones un tanto planas, aunque con «Run» se arrancase con más fuerza y «Rock'n'roll» sí tuviese cierto gancho.Su pop-rock con algún toque «folkie» parecía un tanto fuera de sitio, en medio de una muchachada que asistió a su actuación como un trámite necesario antes de que llegasen sus ídolos. Hizo también una descafeinada versión del «Born to run» de Bruce Springsteen, cerrando con su éxito más claro, «This is the life», politono en los móviles de más de uno de los asistentes. Aún así, su música debería merecer otra oportunidad en un contexto más favorable a sus intereses.El español, la excepción ayer, fue territorio donde El sueño de Morfeo, buscó emocionar a la la concurrencia cuando caía la tarde, algo que el grupo de Raquel del Rosario apenas logró con plenitud interpretando el tema que da nombre a la serie de televisión «Física o Química» (Antena 3). Tras la cantante de Glasgow fue el turno de McFly, grupo británico de pop adolescente que congregó a un buen número de enfervorizadas seguidoras. Con el segundo tema, «Obviously», ya tenían a la chavalería a sus pies, cantando de carrerilla cada uno de los temas de los británicos, que en directo resultan bastante más solventes que otros ídolos juveniles como los Jonas Brothers. Bienvenido sea si sirve para mejorar nuestro nivel de inglés.Tom Fletcher, Danny Jones, Harry Judd y Dougt Pointer dejaron claro que el fenómeno fan sigue vivo, con un pop blandito a veces y otras más acelerado, como si fueran una versión domesticada e inofensiva de Green Day, convirtiendo el punk en un juguete abocado a dibujar corazones con las manos a la espera de que hicieran suyo el «I've gotta feeling» de Black Eyed Peas. En todo caso, nadie les pidió otra cosa y si estaban allí es porque el público lo había pedido, que para eso Rock in Rio hace buena la máxima de que el cliente, desde luego, siempre tiene la razón.