Londres
Pidió la hora
La eliminatoria de Copa, aunque la salvó el Barça, era mal precedente porque no pudo ganar en el Camp Nou al Athletic Club. A esa sensación de que tras el empate en Gijón y la derrota en Londres podía darse nuevo tropiezo, se unió la forzada ausencia de Valdés. También seguía sin jugar Puyol y se dudaba de Pinto. Sin embargo, el equipo azulgrana impuso su juego, marcó pronto y Pinto hizo una gran parada a Llorente. Pero con el empate, el equipo tuvo que hacer gran esfuerzo para vencer y lo consiguió de manera casi vergonzante porque en los últimos minutos Guardiola hizo cambios para perder tiempo como si dirigiera un equipo modesto.
Del Barça se pondera la calidad de Messi, el manejo del juego de Xavi, la importancia de Iniesta y se olvida el papel que tienen jugadores tenidos por menos importantes como Alves y Abidal, dos futbolistas que en el conjunto suman alto porcentaje de eficacia. Anoche, Alves hizo papel de lateral y de extremo. Por su banda llegaron los mayores peligros y los goles. Con él encontró el Barça la mayor facilidad para enviar balones al área. La obsesión por buscar el tanto en jugadas de eslalon por el centro puso el marcador en peligro para los barcelonistas. La recomposición del equipo, y la búsqueda de las bandas, le dio el triunfo. Messi, mucho tiempo desaparecido, apareció cuando el empate parecía inevitable frente al Athletic correoso y ordenado.
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