Taekwondo/ Pies de metal

Londres- Acabar unos Juegos Olímpicos con una derrota no deja buen sabor de boca, pero Nicolás García puede estar contento por la medalla de plata que consiguió ayer en taekwondo, en -80 kilos, lo mismo de satisfecho que su deporte: tres han participado y tres metales vuelven para España. «Ya tocaba», aseguró Brigitte Yagüe, que estaba en la grada animando a su compañero, lo mismo que Joel González.

Joel ha sido compañero y consejero de «Nico» estos días en la Villa Olímpica. Ver ganar a sus amigos animó a este canario que se mudó a la Residencia Blume cuando empezó a destacar a los 16 años. Allí está también su hermano gemelo Hugo practicando la misma disciplina. Eran tan trastos que de pequeños, con cuatro años, empezaron con el taekwondo. Y Nicolás ha llegado muy lejos. Estudiante de arquitectura y matrícula de honor en el bachillerato, lo de su familia es el cerebro y las patadas, ya que su hermano mayor, Eric, también está en el CAR de Madrid, estudia doctorado en Física y recibió el Premio Arquímedes.

El taekwondista español sólo cedió en la final contra el argentino Crismanich, que logró el primer oro para su país, en un apretado combate decidido al final. Los dos primeros asaltos se saldaron sin puntos. «Vamos, Nico», gritaban desde la grada desde el segundo uno, aunque los aficionados «albicelestes» no se quedaban callados. Ya se sabe cómo son. El último asalto parecía tomar el mismo camino hasta los 23 últimos segundos, en los que Crismanich conectó una patada en el pecho. «Nico» intentó un ataque desesperado al final y una protesta que no fructificó. Aceptó su derrota, abrazó a su rival y se conformó con el éxito conseguido. Los madrugones a las cinco de la mañana para compaginar estudios y deporte y las sesiones con el psicólogo para rebajar su efusividad han tenido una gran recompensa, aunque en 2009 ya lograra ser subcampeón del mundo.

Una vez en el podio, con la medalla y la bandera de España al cuello, saludó sonriente a su gente que estaba en la grada. El taekwondo español, practicado por unas 200.000 personas, está de enhorabuna.

«Si te vas con medalla, olé»
«No estoy decepcionado, bravo por él», decía Nico García después del combate. Se puede perder un oro o ganar la plata y, para el taekwondista español, llegar a la final es un premio. «Yo hubiera firmado cualquier resultado. Si te vas con una medalla, olé, olé y olé. Yo sé que cuando la gente vio el sorteo dijo: "está fatal"y yo tenía confianza en mí mismo», aseguró. Nico tuvo un camino muy duro hasta el combate final y el esfuerzo se dejó notar. «Él es un competidor, no puedes ir a por él, porque si te metes en esa guerra sales perdiendo. Dobla bien, gira bien y es más explosivo que yo, tenía que mantener esa distancia y físicamente estaba bastante mermado», dijo. «Me faltaron diez segundos. Tenía que jugármela al final, pero ha salido para él. Una patada que se te escapa y ya está», se lamentó el canario tras el combate.