Italia
Cavendish no debió ganar
Ventoso, segundo, enfurece ante la victoria del inglés, que llegó remolcado por los coches a la cima del Etna
Tardó poco Fran Ventoso, ácido láctico a punto de reventar por el esfuerzo de un esprint eterno: casi dos kilómetros de recta para el estallido de rabia y furia no contenida. «¡Ahí lo tenéis!», abroncaba el cántabro, casi como si de un exaltado «tifosi» se tratase, abucheando a Mark Cavendish, que le había ganado la etapa cuando en realidad, vociferaba Ventoso, «tenía que estar en casa». Una bomba en detonación escupida como lava que cayó sobre el Etna el domingo. Allí, Cavendish llegó 25 segundos antes de que se cerrara el fuera de control que dicta sentencia. Quién se queda y quién no, el tiempo máximo para aprobar y seguir adelante. Cavendish llegó a tiempo, pero Ventoso, que asegura la existencia de imágenes en las que se ve al inglés agarrándose a los coches para subir hasta el volcán, gritaba como un loco. «Ha hecho trampa, deberían haberlo descalificado», dijo. Sentía el perfume viciado de la trampa en el viento que se levantó en la mañana de Térmoli. Huracán Ventoso.
«¡Ahí lo tenéis!», gritaba a la nada sintiéndose estafado porque, de no haber sido por la vista gorda de los jueces, más atentos al mágico paisaje del Etna que a la mano larga de Cavendish, hubiera sumado su segunda victoria. Cavendish se defendía, como buen líder, atacando: «Yo también puedo acusar a Ventoso de hacer trampas, pero prefiero no hacerlo». Venenoso mordisco inglés. Escuece. «No es entrar o no fuera de control, ¡pero por lo menos que dé pedales, coño!». Atronador.
Y Cavendish, al que poco le hace falta para saltar, mostró el rifle. Diez pasos atrás, a espaldas siempre del cántabro, nada de choque de miradas. Desde la esquina opuesta de la arena, la que se reserva para el ganador, se giró, vaquero, y desenfundó el arma. «Le reto a que pase un día conmigo en la cola del pelotón. Cada vez que me paro a orinar o a cambiar de rueda tengo hasta al camión de los helados y a la jodida banda del pueblo detrás de mí vigilándome. Si hago trampas es que soy David Copperfield». Calmó segundos después la rabia Ventoso, ventajas que tiene el tiempo. Lo cura todo. Con Cavendish o sin él, erró. «Me ha faltado decisión, no veía el momento justo de arrancar». Y le sobró rabia en Teramo, allá donde Cavendish no debió ganar.
- Multa a Contador. Pagará 800 euros por no acudir a la conferencia de prensa oficial.
CLASIFICACIONES
9ª etapa: Térmoli-Teramo (156 km)
1. Mark Cavendish (Gbr/Htc) 4h00:49
2. Francisco Ventoso (Esp/Movistar) m.t.
3. Alessandro Petacchi (Ita/Lampre) m.t.
4. Roberto Ferrari (Ita/Androni) m.t.
5. Davide Apollonio (Ita/Sky) m.t.
General
1. Alberto Contador (Esp/Saxo Bank) 37h04:40
2. Kanstantsin Sivtsov (Bie/Htc) a 0:59
3. Christophe Le Mevel (Fra/Garmin) a 1:19
4. Vincenzo Nibali (Ita/Liquigas) a 1:21
5. Michele Scarponi (Ita/Lampre) a 1:28
6. David Arroyo (Esp/Movistar) a 1:37
26. Carlos Sastre (Esp/Geox) a 4:57
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