Barcelona

«Nos hace un daño tremendo la paralización del PGOU»

Critica la negativa de la Junta a ampliar el puerto deportivo, una obra demandada desde hace 19 años

 
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- El Ayuntamiento de Fuengirola acaba de aprobar su PGOU, ¿cuántas VPO prevé construir?
–Fuengirola tiene el municipio más pequeño de Andalucía, con diez kilómetros cuadrados. Tiene todo el terreno urbanísticamente consolidado y las recalificaciones son más bien escasas por no decir inexistentes. Llevamos cinco años para aprobar el PGOU. No quiero ver fantasmas, pero operatividad no se desprende. Hemos aceptado todos los casos que la Junta nos ha pedido. El hecho de que tenga una superioridad jerárquica no le da la razón. Si no hay casi nada que hacer, no entiendo cómo los PGOUs de ciudades como Sevilla, Antequera o Granada sí salen. El daño que se hace con la paralización urbanística es tremendo. Hay constructores que quieren acometer proyectos y no pueden. Nosotros hemos aprobado el plan en el Pleno, pero ahora tiene que ser la Junta la que nos diga el sí. Nos prometieron que iba a entrar en la Comisión Provincial de Urbanismo del mes de diciembre. Hemos previsto 1.500 VPO. También queremos dar terrenos a la Junta y al Gobierno central para una nueva comisaría, un juzgado, institutos, colegios y centros de salud.

–¿Ve voluntad en la Junta en construir el hospital comarcal que prometió?

–En las elecciones municipales de 2003 el PP de Fuengirola recogió firmas para pedir la construcción de un hospital, porque consideramos que entre este municipio y Mijas hay una población más que suficiente para tener un chare. Llegamos a 25.000. En la campaña electoral el entonces presidente Chaves se presentó allí y, en un mitin del PSOE, prometió este centro para que estuviera operativo en el primer trimestre de 2008. Un mes después pusimos a disposición los terrenos para empezar a trabajar, pero la Consejería de Salud dijo que se construirá en Mijas de su dinero. Hicieron una farsa. Se llevaron a la consejera y firmó con el alcalde la cesión de unos terrenos inexistentes. Cada vez que hay elecciones los socialistas pasan por Fuengirola para prometer el hospital.

–El PSOE criticó mucho su proyecto de construir un centro de ocio a modo de isla artificial en la playa de Los Boliches. ¿Qué queda de esa idea?

–Planteamos hacer, con la Ley de Costas en la mano, una especie de complejo como el «Maremagnum» de Barcelona. Un centro comercial más allá de la costa con atracciones, terrazas y todo tipo de alternativas de ocio. Si es posible en Barcelona en Fuengirola también. Nos negaron esa posibilidad. Además el PSOE se rasgó las vestiduras.

–La ONG «Transparencia Internacional» dice que Fuengirola es el municipio menos transparente de España...

–Eso es absolutamente mentira. Mandan un test para que contestes y, en función del número de respuestas que des, así califican. Nosotros simplemente no hemos contestado el test, ya que, al ser una organización privada que pedía datos que no valoran, el propio interventor dijo que no había que darlos porque no eran vinculantes. Si la cosa hubiera ido a más tal vez nos hubiéramos puesto en contacto con la asociación para que digan que tales ayuntamientos no han respondido.

–Sobre la ampliación del puerto, ¿cree que será posible la colaboración público-privada?

–Llevamos 19 años pidiendo la remodelación del puerto deportivo, que es propiedad de la Junta. Siempre nos han dicho que no. Nosotros incluso hemos planteado la posibilidad de que no le costase ni un euro a la Junta porque habíamos encontrado empresas muy solventes, como FCC o ACC, que querían hacer esta infraestructura si se les daba una concesión de explotación. También le planteamos la posibilidad de la financiación público-privada y la Junta me llamó de todo. La negativa ha sido permanente. Desde hace dos años noto un talante distinto, pero no se ha traducido en nada.

–¿Qué Ayuntamiento se encontró cuando llegó a la Alcaldía?

–Nos encontramos tres o cuatro nóminas sin pagar. Los trabajadores no cobraban y se les daban vales para comprar en los supermercados. Nos costó trabajo normalizar el funcionamiento del Ayuntamiento. Las multas no se tramitaban, las operaciones de crédito vencidas no se volvían a negociar, no se leían los contadores de agua... Algo increíble. Una ciudad a la deriva. Enmendar todo eso fue realmente complicado. Cuando llegué me reuní con los jefes de departamento y dije que de lo que se trataba es que o ganaban ellos o yo, y tenía que ganar yo porque era la alcaldesa y había que sacar el pueblo adelante. Si algo no funcionaba en un departamento se abría expediente. En ese momento se dieron cuenta de que nos tomábamos las cosas en serio.

–¿Cuál es la situación financiera actual?

–Mala, como la de todos. Al menos, la situación de Fuengirola es rigurosa, con deudas pero con dignidad. Intentamos que las deudas no sean con pequeños proveedores, sino con los que puedan resistir. Nunca hemos fallado en las nóminas ni en la paga extraordinaria.

–¿Ha puesto en marcha algún plan de austeridad?
–Hace muchísimo tiempo. Tenemos la plantilla congelada, mucho antes de que el Gobierno central intuyese que era una medida adecuada. Desde el año 2007. También el sueldo de los concejales está congelado y, además, nunca se ha hecho otra cosa que actualizarlos al IPC. Somos el Ayuntamiento de toda la Costa del Sol con las retribuciones más bajas con diferencia.

–Su contrincante del PSOE, Javier García León, ha convocado un concurso de ideas para buscar su lema de campaña, ¿le daría alguna idea?

–Sacamos un lema de campaña que fue «Fuengirola nos encanta». Es una frase que es adaptable a todo. Ahora hemos sacado uno que dice «La Navidad nos encanta». También a la Feria. García León está un poco perdido porque no tiene lema. Se le ocurrió sacar un concurso en Facebook para que la gente le diera ideas. Si éstas son las ideas del PSOE simplemente para un lema nos podemos imaginar lo demás cómo será.

–¿Cuándo acabarán las obras del paseo marítimo?

–Cuando llegó Zapatero a la Presidencia del Gobierno paró la licitación del último tramo sin previo aviso. Desde entonces hasta ahora hemos intentado de que esa obra se haga, pero no están por la labor de ayudarnos.