Grecia

La huelga política más inoportuna por Francisco Aranda Manzano

La Razón
La RazónLa Razón

Las empresas y la economía española en su conjunto volverán a ser de nuevo meros receptores pasivos de una huelga general organizada para ejercer presión política. Es decir, no se trata del resultado de un desencuentro entre empresarios y trabajadores, sino de una movilización de claro carácter político pero que se asesta una vez más a nuestras grandes, medianas y pequeñas empresas, que hacen esfuerzos por no desaparecer y mantener el empleo. La justificación oficial es rechazar la reforma laboral, emitida por un Gobierno legítimo y posteriormente ratificada en las Cortes, sede de la soberanía nacional, y manifestar la oposición a las políticas, económicas y fiscales, del Ejecutivo. La huelga general es una opción perfectamente democrática pero, en este caso, su legitimidad está más que en entredicho a la vista de sus contenidos. En cualquier caso, no se puede hacer nada porque el actual marco normativo de la huelga en España no contempla una declaración judicial previa acerca de la legalidad o no de la convocatoria. La calificación de los jueces sólo tiene lugar tras el conflicto, como consecuencia de las demandas que genere.
Ninguna huelga es justificable, pero ésta además es especialmente inoportuna. De las diez huelgas que se han convocado en nuestro país, sólo dos –la de 2010 y la de marzo de 2012– han coincidido con una mala situación económica. La huelga de hoy se va a producir claramente en el peor momento económico de nuestra democracia y aumentará la contracción económica. Nos hará un poco más pobres en un año muy complejo para las empresas, caracterizado por fuertes caídas de ventas e incrementos fiscales. Además, nos coloca más cerca de Grecia (campeona en la organización de movilizaciones sociales) que de Irlanda, donde a pesar de que estaba en la misma situación empieza a salir de la crisis.
Pero hay que ponerse ya en el día después, como dice el Presidente de CEOE, Juan Rosell y seguir trabajando. El Ejecutivo de Rajoy debe continuar y profundizar en su política reformista porque será la única que nos sacará, a medio plazo, de este hoyo. La razón que nos ha empujado a esta situación ha sido el derroche, por eso la solución pasa por racionalizar el gasto. Al mismo tiempo, es necesario profundizar en la modernización de nuestro marco laboral, hay que trabajar en la unidad de mercado y afrontar la necesaria reforma de nuestras administraciones públicas.
 

Francisco Aranda Manzano
Presidente de Asuntos Laborales de CEIM-CEOE