Centenario de Bruguera

Se cumplen cien años de la Editorial Bruguera, una de las propuestas más fascinantes que ha dado el mundo del libro especialmente en lo que tiene de divulgación en este país del tebeo. Bruguera dio de leer a muchos jóvenes de la mano de algunos de los mejores héroes de la viñeta, ya sea desde la aventura (Capitán Trueno) o el humor (Mortadelo, Zipi y Zape). Tampoco uno puede olvidar que en Bruguera empezó a leer al Capote de «A sangre fría» o a Jules Verne.
Pero, no creo que ese recuerdo se esté conmemorando como debería. Esta semana, Ricardo Artola, el director editorial de Ediciones B –el sello que vela por el catálogo y herencia de Bruguera– nos dijo que el centenario se recuerda solamente con un libro de Antoni Guiral sobre tan histórica casa. El ensayo de Guiral es estupendo, de eso no hay duda, pero uno echa en falta una exposición con originales de tantos maestros de la viñeta y ejemplares de esas publicaciones. ¿Tan difícil era encontrar un rincón de Barcelona para acometer eso?
Uno no quiere ser mal pensando, pero no se puede olvidar que este año se finiquitó en Ediciones B la enésima resurrección de Bruguera, en esta ocasión convertida en editorial de interesantes propuestas literarias firmadas por Kerouac, Crespo o Tomeo. Aquella atractiva iniciativa la dirigió con buen gusto y buenas artes Ana María Moix, pero se ve que no prosperó. Aunque se oculte, eso también fue Bruguera.