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La mecha encendida en Francia extiende el incendio por Europa

A tientas, como viene haciendo desde hace más de un mes, y con miedo a señalar a Nicolás Sarkozy, la Comisión Europea estrechó ayer algo más el cerco en torno a las polémicas expulsiones de un millar de gitanos de territorio francés a Rumanía y Bulgaria.

La mecha encendida en Francia extiende el incendio por Europa
La mecha encendida en Francia extiende el incendio por Europalarazon

Su presidente, José Manuel Durao Barroso, advirtió que «el racismo y la xenofobia no tienen cabida en Europa» arrancando el aplauso de los eurodiputados. «Hago un llamamiento fuerte para no resucitar los fantasmas del pasado Europeo», dijo el portugués ante el pleno en Estrasburgo.
Horas más tarde, su mano derecha y responsable de Justicia, Viviane Reding, señaló que Francia será llevada ante la Corte Europea si se prueba que ha vulnerado el derecho comunitario.

Reding anunció la creación de un «grupo de trabajo» de alto nivel en la Comisión sobre los gitanos para vigilar el respeto a la Carta de Derechos Fundamentales, la directiva de libertad de movimiento y su integración. Además, se evaluará la utilización que hacen los Estados miembros de los fondos dedicados a su integración.

La mecha encendida en Francia ha extendido el incendio a toda Europa. En España, tras la decisión de Sarkozy, se alzaron voces que aseguraban que actuaría como efecto llamada para que los expulsados de Francia recalen en Cataluña. La polémica está servida. El alcalde de Barcelona, sin embargo, declaró: «No detectamos ningún movimiento especial», y, aunque el gobierno municipal tenga «políticas integrales» para abordarlo no se permitirán «asentamientos ilegales ni masivos». Mientras, el PP catalán ha editado unos folletos con un test que mide el grado de coincidencia de los electores con las tesis que sostienen los populares sobre inmigración, entre las que figura la expulsión de los extranjeros que delinquen sistemáticamente.

Los choques culturales han protagonizado en otras ocasiones los conflictos. El uso del burka y otras prendas típicas de cultura musulmana ha sido el más conocido y el que llevó a varios ayuntamientos españoles, casi todos en Cataluña, a aprobar normas que prohíben cubrirse el rostro en los espacios públicos.