Ciclismo

Estados Unidos

Contador vuelve a gritar su inocencia

Durante 35 minutos declaró Alberto Contador ante los jueces del TAS, ayer, en Lausana. El pinteño volvió a reafirmar su inocencia
Durante 35 minutos declaró Alberto Contador ante los jueces del TAS, ayer, en Lausana. El pinteño volvió a reafirmar su inocencialarazon

Lausana- La contrarreloj del juicio más importante en la historia del deporte español concluirá en la fecha predeterminada; o sea, hoy. Ayer, después de comer, Alberto Contador declaró durante 35 minutos ante los tres miembros del TAS que integran el tribunal que le juzgará y que no dará un veredicto al menos hasta finales de este año, si no es en 2012. El corredor, no obstante, salió satisfecho al término de la tercera y penúltima sesión. Sus abogados se mostraron optimistas el martes, en la segunda. Nada ha cambiado para tornarse pesimistas, «aunque nunca se sabe».

Desde que el 30 de septiembre de 2010 hizo oficial que en un control de los que pasó en el Tour (21 de julio) se habían encontrado 50 picogramos de clembuterol, Contador no ha dejado de confesar, de gritar, a quien quisiera escucharlo, que nunca se dopó. También lo gritó, valga la expresión, ayer junto al lago Leman, en la sala Pierre de Coubertin del Comité Olímpico Internacional, donde han transcurrido las dos últimas vistas. Hoy, el tribunal volverá a reunirse en su sede, el Castillo de Béthusy. Solo tiene que escuchar los alegatos de los abogados de las partes y el espacio, justo, es suficiente.

Tanto la UCI como la AMA intentan demostrar que Contador se sometió a una transfusión de su sangre el 20 de julio, de ahí que aparecieran, afirman, restos de plastificantes procedentes de la bolsa. El plástico es casi más importante que el clembuterol para condenarle; pero ni el método de autentificación de los plastificantes está homologado ni los argumentos de los científicos, testigos y abogados de UCI y AMA son objetivamente contundentes. De ahí el optimismo del entorno de Alberto, quien, entre otras pruebas, aportó el lunes la del polígrafo. Se sometió a la «máquina de la verdad» en Estados Unidos y los resultados determinaron que no mintió: no se ha hecho una autotransfusión ni se ha inyectado clembuterol. Es lo que repitió ayer, día en que también declararon por espacio de cinco minutos sus compañeros del Astaná Benjamín Noval y Paolo Tiralongo, ambos, testigos de la defensa. Hoy, la cuarta y última sesión.