Caso Faisán
Fines y medios
El parlamentario «popular» Gil Lázaro obtuvo el jueves un premio a su constancia y logró que finalmente, el ministro Rubalcaba respondiera a sus preguntas parlamentarias sobre el supuesto chivatazo policial a ETA para impedir detenciones en su aparato de extorsión.
El responsable, el juez Ruz, sustituto de Garzón, considera oportuno averiguar qué sucedió aquél tres y cuatro de mayo de 2006 y encontrar a los culpables. Inopinadamente, el magistrado cuenta con el apoyo de la Fiscalía que en 2009 había pedido el archivo de la causa. Rubalcaba pasó un mal rato en el Congreso; hasta el punto de que un maestro como él en el arte de comunicar tartamudeó al responder. Al final vino a decir que el fin justifica los medios porque la lucha contra el terrorismo nunca ha ido mejor y en un ataque rastrero al Partido Popular llegó a atribuirle cierta envidia por el éxito frente a la banda.
Sin embargo, ayer volvió a quedar claro que el «caso Faisán» incomoda al ministro plenipotenciario y quizás por ello engañó a los periodistas en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.
Les aseguró que tras el turno del titular de Trabajo sobre pensiones contestaría él. En cambio, al llegar el momento se excusó porque tenía un viaje y dejó a los profesionales allí presentes con las ganas de saber si aceptará la dedocracia que tanto criticó en Aznar y será el próximo candidato socialista o si ha entregado al juez Ruz el informe elaborado por la Policía tras conocerse el chivatazo.
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