Historia

Castilla y León

San Fernando Orden Militar y Real Hermandad

La entidad mantiene vivos unos principios asentados en la obligación de seguir el magisterio de la Santa Iglesia

El pueblo de Sevilla tenía por santo al rey Fernando III antes de su canonización oficial por Roma
El pueblo de Sevilla tenía por santo al rey Fernando III antes de su canonización oficial por Romalarazon

Vivimos en momentos en los que se da la espalda al conocimiento y a nuestra historia y muchas veces se crean confusiones innecesarias, a veces por error y en casos con malicia intencionada. Hablemos en primer lugar de la Cruz Laureada de San Fernando o Real y Militar Orden de San Fernando. Es la más preciada condecoración militar española dedicada al valor heroico. Se otorga como recompensa a acciones, hechos o servicios militares, individuales o colectivos, con riesgo de la propia vida y siempre en servicio y beneficio de la patria o de la paz y seguridad de la comunidad internacional. Pueden recibirla los miembros de las Fuerzas Armadas, la Guardia Civil, en actividades de carácter militar, y civiles que presten servicio en las anteriores. Su denominación hace referencia al rey Fernando III de Castilla y León. Su prestigio y categoría vienen avalados por las rigurosas exigencias para el inicio del expediente de concesión, dentro de un estricto proceso.Por Decreto número LXXXVIII de 31 de agosto de 1811 se crea la Orden Nacional de San Fernando, para «establecer en los premios un orden regular» haciendo que «sólo el distinguido mérito sea convenientemente premiado y que nunca pueda el favor ocupar el lugar de la justicia». En dicho Decreto se prevé que en la insignia de la Cruz conste la corona de laurel a partir de la segunda acción heroica.El Real Decreto número 2.091 de 3 de junio de 1978 (D O número 205), explica que es para premiar el valor heroico como virtud sublime que, con relevante esfuerzo de la voluntad y de la abnegación, induce a acometer extraordinarias acciones militares, bien individuales, bien colectivas, con inminente riesgo de la propia vida y siempre en servicio y beneficio de la patria. Hechas estas obligaciones, hablemos de la Real, Noble y Piadosa Hermandad de Caballeros de San Fernando de Sevilla. Recordemos la antigua y arraigada veneración en Sevilla al santo rey Fernando III, anterior a su canonización por Roma, pues el pueblo sevillano ya lo tenía por santo. Con tradición ininterrumpida de culto al santo rey en siglos anteriores, se encuentra en Sevilla, durante el siglo XIX, la Congregación Sevillana de Caballeros de la Inmaculada Virgen María y San Fernando, de cuya corporación tiene sucesión directa e históricamente legítima la Real Hermandad de Caballeros de San Fernando de Sevilla, al pasar miembros de esta congregación a formar la Real Hermandad de Caballeros de San Fernando de Sevilla.El conocimiento de la historia y el saber de dónde venimos es fundamental para saber dónde nos dirigimos y no llegar a confusiones no deseadas.La Real Hermandad mantiene vivos una serie de principios asentados en la obligación de seguir el magisterio de la Santa Iglesia y de su cabeza visible, unirse a su misión social y dar un testimonio de fe en la vida de sus miembros. Se muestran sus miembros contrarios a todo ataque a la vida desde el primer instante del latido diferenciado de la madre hasta su fin natural; asimismo, son defensores de la familia como fundamento del desarrollo personal de sus miembros.Como seguidores de la figura e ideología del rey Santo mantienen su anhelo por una España unida, dentro de la riqueza de su diversidad regional.La cultura es el medio para lograr una sociedad más preparada y articulada. Mediante el correcto conocimiento que sólo confiere una sólida preparación académica, debemos ayudar a deshacer las manipulaciones y falsedades que encierran las ensoñaciones que manipuladas con habilidad falsifican los hechos desde la más remota antigüedad, buscando falsas entidades que jamás existieron, todo ello en detrimento de nuestra cohesión nacional, considerando a la nación española como el origen de sus imaginados sufrimientos y opresiones seculares dentro de una absoluta falsedad que ignora a todos los pueblos españoles como participantes voluntarios en la arquitectura de España.Los miembros de la Hermandad consideran que una preparación académica, basada en el estudio, esfuerzo, trabajo y afán de superación personal, preparará a los jóvenes para tomar el testigo de una sociedad cada vez más competitiva. La cultura debe ser la llave del triunfo personal y del buen gobierno de la sociedad, haciendo especial hincapié en que estos fines han de estar presente permanentemente en la vida diaria de los hermanos, en sus casas y trabajos, así como dentro de la corporación.La Real Hermandad aprecia como valor fundamental el mérito, la superación y la excelencia en cualquier ámbito de la vida, exigiendo a los llamados a ingresar en ella, debiendo llevar a cabo una destacada labor social. La Hermandad tiene vocación de punto de unión y encuentro entre todos los miembros de la Real Corporación que viven repartidos por nuestra geografía patria y en el extranjero; actuando bajo los principios que iluminaron al santo rey, siendo y viviendo como testigos de su obra en un mundo cada vez más de espaldas a los valores y los principios que iluminaron a San Fernando. Principios que se resumen en la defensa de la fe y de la Iglesia católica, de la unidad de la patria y de la promoción de la cultura, añadiendo la misión de extender la devoción por el santo rey y dar a conocer su vida y grandiosa obra.Con estas breves líneas creo que se deja claro la posible confusión creada con otras corporaciones fernandinas que existen en Sevilla. La que acabamos de citar, la prestigiosa y antigua Real, Noble y Piadosa Hermandad de Caballeros de San Fernando, ni en sus antiguos orígenes, ni en sus distinguidos miembros, ni en su historia, con tributo de sangre de sus caballeros en las guerras en que defendieron a Dios y a la patria, y entre los que sí hay caballeros Laureados de San Fernando, ni en sus usos y costumbres, absolutamente nada tiene que ver con ninguna otra, y menos con una de reciente creación antes titulada «de San Clemente» y llamada más recientemente todavía «de San Clemente y San Fernando».

*José Antonio Crespo-Francés y Valero es coronel de Infantería e historiador