Estados Unidos
Wall Street se prepara para lo peor
Si algo ha aprendido Wall Street durante esta crisis es prepararse para lo peor. Sobre todo después de que el Congreso rechazase a finales de septiembre de 2008 el plan de rescate de 700.000 millones de dólares tras la caída de Lehman Brothers.
Entonces, algunos políticos cambiaron de opinión a última hora de y votaron en contra de la iniciativa de salvación, a pesar de que se habían comprometido a apoyarla. Y su negativa hizo que Wall Street perdiese en un minuto más un billón de dólares. No importó que la Bolsa cayese en picado y se tambaleasen los cimientos del capitalismo. Muchos abandonaron el Capitolio porque al día siguiente era fiesta en el calendario del Congreso. Por ello en esta ocasión la Bolsa de Nueva York tiene preparados planes de contingencia y efectivo apartado por si los congresistas agotan el plazo –2 de agosto– para elevar el techo de deuda de 14,3 billones de dólares, que permitiría a Estados Unidos pagar sus facturas. Bank of America ha analizado en un estudio el impacto de una suspensión de pagos en sus clientes y la economía en general. Mientras, sus altos ejecutivos han cancelado sus vacaciones a la espera de lo que se decida en Washington durante las próximas horas. Los banqueros de Goldman Sachs y JPMorgan se han reunido con funcionarios de la Reserva Federal de Nueva York.
Algunas entidades bancarias han mandado a sus representantes a Washington para citarse con los legisladores y los reguladores. Y los ejecutivos de Standard & Poor's han tenido una conferencia telefónica con más de mil inversores para valorar el peor de los escenarios. En su mensaje semanal, el presidente Barack Obama instó ayer a republicanos y demócratas a actuar para evitar la suspensión de pagos. En su intervención Obama repitió lo mismo que ha dicho durante los últimos días. «Cualquier solución para evitar que no se pueda cumplir con las obligaciones nacionales tiene que ser bipartidista. Tiene que tener el apoyo de ambos partidos que fueron enviados aquí (por Washington) para representar al pueblo estadounidense», recordó Obama en su discurso de los sábados. Hoy los inversores y agentes de Wall Street harán lo que hicieron ayer: seguir de cerca los pasos de los legisladores de Washington donde se ha trabajado a contra reloj para hallar un acuerdo que eleve el techo de deuda de 14.3 billones de dólares. Por la tarde, que ya será lunes en Asia, Nueva York dirigirá las miradas a dicho continente para ver cómo abren sus mercados. Mientras tanto, los republicanos, que parecen ajenos a las terribles consecuencias de no tener un acuerdo cerrado para mañana, han presionado a la Casa Blanca para que entre de nuevo en las negociaciones.
El e-mail como medida de presión
El presidente Obama instó a los ciudadanos a que presionen a los políticos con e-mails para que cierren un trato. La Cámara de Representantes, controlada por los republicanos, amenazó con programar una votación del plan del senador demócrata Harry Reid para rechazarla. Este gesto se produjo después de qu el Senado bloquease el viernes la propuesta de los conservadores. El Departamento del Tesoro empezó a preparar un plan de contención por si se agota el plazo y los legisladores no consiguen cerrar un acuerdo que aumente el techo de gasto de deuda por encima de 14,3 billones.
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