Cataluña

Barcelona no «juega» a la consulta independentista

Los organizadores de las consultas independentistas sin validez legal tenían ayer su gran prueba de fuego, el referéndum de Barcelona (que eclipsó al de otra veintena de municipios), en el que la mayor parte de los ciudadanos optaron por no participar- Oraciones en Montserrat y una abertzale para vigilar la jornada

Barcelona no «juega» a la consulta independentista
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Los organizadores de las consultas independentistas sin validez legal tenían ayer su gran prueba de fuego, el referéndum de Barcelona (que eclipsó al de otra veintena de municipios), en el que la mayor parte de los ciudadanos optaron por no participar. La plataforma Barcelona Decideix, no obstante, se mostró eufórica por la implicación conseguida, 257.645 ciudadanos (18,14 por ciento del censo que utilizan), porque había fijado el listón de la participación en apenas un 10% y consideraba todo un triunfo superar el 12,4% del referéndum de reforma de la avenida Diagonal.

Tampoco les importó que el «no» a la independencia pudiera aumentar respecto a las anteriores convocatorias –552 municipios han celebrado consultas–, como se preveía al cierre de esta edición –91,4% a favor, 7,32% votó «no» con el 44,6 escrutado–, porque lo importante era participar. En Barcelona se podía votar desde diciembre, pero los organizadores habían planificado el 10-A como unas elecciones, y así lo cubrió la cadena pública autonómica, que dedicó buena parte de sus informativos a la consulta.

Fallos informáticos
Los líderes de las formaciones independentistas hicieron suya la convocatoria popular, y la vivieron como una fiesta soberanista. El presidente de ERC, Joan Puigcercós, incluso acompañó al alcaldable por Barcelona, Jordi Portabella, quien tuvo que esperar para depositar la papeleta por problemas informáticos en un «colegio electoral». Puigcercós aprovechó para pedir un referéndum vinculante o una declaración unilateral de la independencia desde el Parlamento catalán.

Y a la charanga también se sumó Convergència, formación que, pese a que esta semana declinará en el pleno la declaración independentista que promueve Solidaritat Catalana (SI) a favor de la autodeterminación, se ha implicado mucho. Tanto que los organizadores no tuvieron ayer reparo, para animar a participar a los 1,4 millones de barceloneses –podían votar los jóvenes a partir de 16 años y los extranjeros censados–, en colgar un cartel en una urna que explicaba que era la misma en la que el presidente de la Generalitat, Artur Mas, había depositado su voto anticipado. 

Mas no quiso hacerse la foto introduciendo la papeleta del «sí», pero el apoyo público de CDC fue ayer más que visible. Apenas eran las diez y media de la mañana cuando el alcaldable por Barcelona Xavier Trias y el presidente del grupo parlamentario, Oriol Pujol, votaban en el «colegio» habilitado en la sede de la entidad catalanista Òmnium Cultural. Por la noche, Pujol aseguró que la participación ha sido suficiente para que «tome note» y anunció que CiU «hará bandera del derecho a decidir», aunque pidió a SI que retire la iniciativa parlamentaria.

Trias aprovechó la votación para hacer campaña criticando que el Consistorio haya dado la espalda a la consulta y aseguró que «apoyar a la sociedad civil es una obligación de todo Ayuntamiento». En definitiva, opinó que, con él como alcalde, «habría funcionado de manera distinta» y también resaltó que la participación de Mas y Jordi Pujol «ha ayudado a que la gente pierda los tabúes y acuda a votar».

Los consejeros votan
El alcalde Jordi Hereu le respondió que es un «oportunista» por ponerse ayer el traje soberanista y, en ocasiones, aliarse con el PP en su contra. Y fue precisamente el alcaldable popular, Alberto Fernández, quien le recordó a Trias que «votar es legitimar la estrategia del independentismo». Fernández también denunció que «lo prioritario tiene que ser que Cataluña salga de la crisis, y no, como pretenden Trias y la ERC de Joan Laporta, que Cataluña salga de España».

Crisis o no, vinculante o no, lo cierto es que el grueso del Ejecutivo autonómico ha querido legitimar el proceso porque sólo dos de los consejeros no han participado. Ayer votaron cuatro consejeros, Andreu Mas- Colell (Economía), Ferran Mascarell (Cultura) y Boi Ruiz (Salud), a los que hay que sumar a Pilar Fernández Bozal (Justicia), que votó de manera anticipada, y añadir a los que participaron en anteriores oleadas: Felip Puig (Interior), Lluís Recoder (Territorio y Sostenibilidad), Irene Rigau (Enseñanza) y Josep Lluís Cleríes (Bienestar). La sorpresa la dio la vicepresidenta de la Generalitat, Joana Ortega, que acudió a votar, pese a que el presidente de su partido, Josep Antoni Duran Lleida, prefirió no participar. Del PSC votó el ex consejero Antoni Castells.
 

Las incongruencias de la convocatoria
Propaganda directa
Durante la propia consulta, había propaganda directa de la convocatoria. Así, podía leerse en una de las urnas que era la misma en la que había votado el presidente de la Generalitat, Artur Mas.

Los peruanos, más
El 64% de los peruanos afincados en Cataluña votó ayer en las elecciones de su país, lo que deja en una cifra ridícula la participación en la consulta barcelonesa (18,14%).

Hasta los menores
El referéndum permitía la participación de los menores entre 16 y 18 años.

Incluso en la playa
El carácter «festivo» de la convocatoria fue tal que los organizadores llevaron las urnas hasta la playa, donde algunos bañistas se acercaban entre la sorpresa y la incredulidad.