PNV

El negocio terrorista

La Razón
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La frase es de Antonio Basagoiti y la pronunció en respuesta al último comunicado de ETA: «ETA ha cerrado la persiana; ahora hay que cerrarle el negocio». El negocio es todo ese tingladillo siniestro de falsificación y reserva que sigue operativo y que denota una voluntad contraria a la disolución. El negocio es la negociación que ETA demanda y que lleva implícita su supervivencia desde el momento en que se erige en parte negociadora. Perdernos en el debate sobre si es una buena o una mala noticia que ETA diga que no va a asesinar más es hacer inútil bizantinismo y desviar la atención de lo que le sigue tocando hacer al sistema democrático. Lo que le toca es cerrar explícitamente la puerta a cualquier negociación política, deslegitimar el discurso de la banda –que es también el de Amaiur– y mantener a punto el propio «sistema operativo» de nuestro Estado de Derecho, esto es el CNI, la Guardia Civil, la Policía Nacional, la Ertzaintza y la protección de los ciudadanos amenazados. Anunciar retiradas de escoltas es una modalidad imbécil de electoralismo que puede tener el precio más caro. No es el de ETA el único negocio perverso del mundo. También puede ser perverso el negocio electoral porque ningún voto vale una vida humana. Que ETA no vuelva a asesinar es algo que pondría en evidencia a un PNV que ha sido incapaz de lograr ese comunicado en tres décadas de gobierno. Que ETA vuelva a asesinar es algo que dejaría en una infame evidencia a un PSOE que habría jugado con las vidas humanas al mismo «tente mientras cobro» al que ha jugado con los Presupuestos. Como sabemos que en este país nadie asume responsabilidades políticas, mantengámonos en guardia frente a los negocios perversos… y fraudulentos.