El dragado posibilita multiplicar por más de cuatro el tráfico de pasajeros

Se prevé que este año el Puerto de Sevilla reciba entre 50 y 60 escalas de cruceros. Ésta es la cifra cerrada. El pronóstico es que a partir de 2012 y gracias a la inversión en nuevas infraestructuras –la esclusa y el controvertido dragado, aún pendiente de aprobación pero básico para el crecimiento económico en este sentido– se multipliquen los cruceros y, con ellos, los turistas en la ciudad y el gasto en el sector terciario. La cifra que se baraja es la de 50.000 turistas anuales. El pasado año, el Puerto de Sevilla se quedó en algo más de 10.000 pasajeros, en concreto, en 11.612, con unos 40 cruceros por los 76 que pasaron por la capital hispalense en 2009.

Varios armadores ya han mostrado su interés en el Puerto de Sevilla para la próxima temporada. Azamara es una de las firmas que han confirmado su escala en Sevilla como «turnaround» en 2012 y 2013. El dragado, que tantas reticencias provoca en los ecologistas y a cuya realización no se oponen los científicos del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) siempre y cuando se realice una «gestión integral» del Guadalquivir, teniendo en cuenta su deficiente estado, supone multiplicar por 4,3 el impacto turístico del río.

Entre enero y septiembre del pasado año, los turistas cayeron un 51%, según los datos del Ministerio de Fomento consultados por LA RAZÓN de Sevilla. En los tres últimos meses de 2010, se pasó de 8.223 turistas a 11.612. En 2009, se registraron 87.345 visitantes. La media de los años anteriores, no obstante, es muy inferior. En 2008, 17.241; en 2007, 15.962; en 2006, 13.841; y en 2005, 9.702. Respecto a 2004, la bajada es más significativa aún, cuando se registraron 2.632 pasajeros.

Entidad mediadora
Con el objetivo de explotar este mercado turístico y situar a Sevilla en el mapa internacional de los cruceros, recientemente nació la asociación Sevilla Cruise Destination. El proyecto está respaldado por las asociaciones de Hoteles de Sevilla, la de Hostelería, la de Agencias de Viajes, Aprocom, OPC Sevilla y la naviera Pérez y Cía, con el apoyo de la Autoridad Portuaria y de otras empresas. La idea es aprovechar el potencial del Guadalquivir.

Con la nueva esclusa, pueden entrar en la ciudad embarcaciones de 35 metros de manga (ancho) y 300 metros de eslora (largo). El dragado – que, en el mejor, aunque improbable, de los casos estaría para 2013– implica aumentar el calado hasta los ocho metros, por los 6,5 actuales. La mala situación económica ha empujado al propio alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, a reclamar públicamente esta intervención, a pesar de sus posibles contraprestaciones ecológicas. Economía manda.

La compañía de cruceros P&O, uno de los principales agentes del sector y representante de las más grandes navieras del ramo (Fred Olsen, Saga Shipping, World Cruise y NCL), ya ha mantenido, por su parte, encuentros con la asociación Sevilla Cruise Destination. La intención de crecer en el negocio de los cruceros se pretende desarrollar a lo largo de 2012. Para ello, el dragado se antoja indispensable.