Valladolid
Elena Furiase suspende su función «por miedo» por Jesús MARIÑAS
Parece consecuencia lógica del magnífico thriller que llevan a escena.
No cesan de preguntarse qué será, pero si en dos meses Elena Furiase no había dado señal de fatiga, cansancio o pánico escénico, sí le ocurrió ayer cuando iba a debutar en el prestigioso Teatro Zorrilla de Valladolid, con sólo un tercio de sus quinientas entradas vendidas. Era un dúo con gancho el que formaba junto a Jorge Sanz en una juvenil versión de aquel fílmico y hasta histórico «Crimen perfecto» que Ray Milland y Grace Kelly protagonizaron en la gran pantalla. Tenían dos días de representaciones, en las que ella estaba amparada por Lolita y Guillermo Furiase, padre y representante. Una debacle económica y artística que algunos atribuyen a un posible temor ante la presentación madrileña de la obra, prevista en el Reina Victoria para el 1 de septiembre. De momento, es una incertidumbre que da tanto pánico como éste que interrumpe las funciones. Buen caso para Hitchcock.
Mientras, el martes, bajo engalanado camisero de raso negro hasta el suelo, Ángeles González-Sinde no escondía su entusiasmo por Kate Winslet durante la fiesta en la que una conocida revista premió a la actriz por su labor humanitaria al frente de la fundación Golden Hat. La ministra se rindió a Kate, «a la que en tiempos dediqué más de un artículo, me tiene cautivada», comentó. Políticos y famosos se reunieron en los viejos Mataderos para la ceremonia en un anochecer sofocante. Lorenzo Caprile demostró olfato porque fue el único que acudió con el abanico en la mano. Lo agitó desbocado sobre su esmóquin sin lazo, rematado con la informalidad de unas deportivas verdes. Es «lo más», como algunos apuntaron ante la bisoñez como decorador de Luis García Fraile, hijo de José María García, que compartió secretos con Jaime Cantizano cerca de Luis Galliusi. Emiliano Suárez le daba besos casi descarados a Candela, hija de Bea Álvarez. Les puede la pasión, aunque, de paso, el joyero amortiguaba así la noticia de que su ex Bárbara Pérez ha sido madre de un niño de Luis Sartorius. Es el primer hijo para él y el tercero para ella. Le llamarán Vicente en recuerdo al marqués de Mariño.
Finito de Córdoba destacó por elegancia e Ivonne Reyes por su sonrisa perenne, mientras que Juncal Rivero, vestida de Adolfo Domínguez, un tanto desmañada. La académica Carmen Iglesias impactó con una versión de la túnica helénica que Valentino hizo para Jackie Kennedy en 1967. Pilar Rubio ponía al mal tiempo buena cara para eludir las críticas sobre sus últimos trabajos y parece añorar sus tiempos de reportera. Fue un encuentro refrescante pese al estruendoso fin de fiesta de Alaska y su marido Mario Vaquerizo. Corrimos echando humo.
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