Educación diferenciada
ANÁLISIS: Una oportunidad perdida por Jaime Urcelay
La reforma de la polémica asignatura Educación para la Ciudadanía (EpC) que ha llevado a cabo el Partido Popular tiene como objetivo pretende eliminar la carga ideológica de la asignatura.
–El ejecutivo anuncio a su llegada al gobierno que acabaría con la asignatura y, al final, se ha quedado en una reforma de los contenidos. ¿Es un cambio suficiente?
–El resultado es decepcionante. Hemos perdido la oportunidad de solucionar uno de los temas importantes de nuestro sistema educativo, como es la libertad de elección de los padres. Hay que reconocer que se ha hecho un esfuerzo en términos ideológicos, pero ha habido una falta de valentía para afrontar el problema y eliminar la asignatura en la ley de reforma educativa.
–¿Qué alternativa se podía haber llevado a cabo?
–Sería lógico que en asignaturas como Conocimiento del Medio se reformara el temario para introducir otros contenidos que ayuden a los alumnos a conocer mejor nuestra democracia desde el punto de vista sociopolítico, sin llegar a entrar en temas polémicos.
–¿Qué significa que Educación para la Ciudadanía siga impartiéndose en las escuelas?
–Mantiene una moral de Estado obligatoria, pretende formar las conciencias de los alumnos, propone modificar y evaluar comportamientos, impone criterios morales controvertidos en la sociedad española, y conculca el derecho primordial de los padres a educar a sus hijos. La asignatura establece las bases para que futuros gobiernos continúen con la adaptación de la asignatura a su ideología. Es una moral de Estado obligatoria, cuando precisamente el estado no debe ser el que ejerza el poder educador de nuestros alumnos. Mientras persista el carácter adoctrinador, vamos a seguir oponiéndonos a que nuestros hijos estén obligados a cursarla.
Jaime Urcelay
Presidente de Profesionales por la Ética
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