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La Fórmula del éxito

La Razón
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En los últimos años, el patrocinio se ha convertido en una de las herramientas de la comunicación comercial de más éxito para las marcas. Empezó como algo puntual, con lo que algunas marcas trataban de identificarse con las actividades que gustaban a los consumidores, sobre todo el deporte y la música, y se ha convertido en una de las claves claras del éxito y la notoriedad de muchos anunciantes.Ya no hay evento de cierta importancia en la que no estén presentes los colores y logotipos de las marcas líderes de bebidas, telecomunicaciones y entidades financieras. Desde los grandes acontecimientos deportivos, como el Mundial de Fútbol o la Liga de Campeones; a los conciertos multitudinarios, como el Rock & Río. La gente asume como natural que los deportistas se hayan convertidos en auténticos hombres/anuncios, plagados de logos y pegatinas desde las zapatillas a la gorra. Y en muchos casos el merchandising, la venta de camisetas y todo tipo de productos «marcados», supone una importantísima fuente de ingresos, al tiempo que transforma a los propios consumidores en soportes gratuitos para anunciar.Si hay un patrocinio por excelencia es la Fórmula 1, con la que el Banco Santander está obteniendo un espectacular resultado. Si su experiencia con McLaren seguramente no fue todo lo buena que se esperaba debido a los problemas de Fernando Alonso en el equipo, con Ferrari todo parece perfecto. Hasta el rojo, color corporativo de ambas marcas, supone un plus de imagen añadida. Y la notoriedad internacional que está consiguiendo seguramente supera todas las expectativas.El Santander aplica a la perfección el manual de un buen patrocinio: no basta con que la marca se vea en el evento, hay que aprovecharlo al máximo en la comunicación. La campaña de imagen que recordaba la historia de Ferrari y el Banco de Santander desde sus comienzos fue un buen ejemplo. Ahora lanza la tarjeta Ferrari, roja por supuesto, y que recibieron en primer lugar sus pilotos Fernando Alonso y Felipe Massa. «El atractivo de esta tarjeta, más allá de servir para pagar u obtener efectivo, se halla en lo emocional: la asociación a Ferrari y a sus valores de innovación y liderazgo», señala en un comunicado el Santander, que parece haber encontrado la fórmula del éxito y va a sacarle el máximo partido.