Ellis Park se tiñó de rojo

Tanto en los prolegómenos del encuentro como durante el juego, cuando los futbolistas tocaban el balón, se notaba que España era favorita para los asistentes, que elevaban sus gritos de apoyo cuando la selección española iba a sacar una falta o un córner o cuando David Villa, su goleador, iniciaba una jugada de ataque.No faltaron, por supuesto, las estruendosas vuvuzelas, que ensordecieron a los asistentes al encuentro, aunque el fútbol no fuera un factor que animara a los asistentes al partido. A ello contribuyó el ambiente frío de una noche invernal que animaba más a meter las manos en el bolsillo que a animar.En España todo el país se paralizó. Y en Barcelona, el PP de Cataluña reunió a 400 personas en un céntrico cine para ver el partido. La sala se llenó de aficionados para animar a la selección y para ver el partido en tres dimensiones. La presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, destacó el apoyo que la selección recibe por parte de los catalanes. Por contra, lamentó que ningún gran ayuntamiento de la Comunidad instalase pantallas gigantes para seguir a «La Roja». Sánchez-Camacho se mostró muy satisfecha ante el hecho de que en la selección haya siete jugadores catalanes y otros tres formados en Cataluña.