Castilla y León
Cuatro portugueses fallecen en Burgos tras un encuentro familiar en Alemania
El suceso tuvo lugar en el kilómetro 254 de la Nacional 1, en un tramo que el PSOE anunció que convertirá en autovía.
Valladolid- La tragedia volvió a cebarse con los automovilistas portugueses, en las carreteras de Castilla y León, zona de paso hacia el país vecino. Cuatro personas de la misma familia, entre ellas un menor, de catorce años, perdían la vida en un siniestro que se produjo cuando un turismo y un camión colisionaron frontalmente, en el kilómetro 254 de la Nacional 1, en el término municipal de Quintanapalla, en Burgos. Las víctimas regresaban a Portugal, donde residían, tras haber llevado a cabo una visita familiar a Alemania.
El brutal choque, en el que también resultaron heridas otras dos personas, se registraba a las 6 de la madrugada, cuando un Opel Corsa, con matrícula 45-57-PF de Portugal, ocupado por cinco personas, y un camión con placas 7150-BGT en el que viajaba un conductor, E.O.C., que sufrió heridas de gravedad, por lo que fue trasladado al Hospital General Yagüe de Burgos.
El turismo, en el que viajaban las cuatro personas fallecidas, era conducido por un hombre de 32 años, J.C.D.S.P., y ocupado por una mujer de 27, C.A.D.S.P.P., otra de 59, A.D.S., y el joven F.M.P.P., de catorce años. En el mismo vehículo viajaba J.C.J.P., quien sufrió lesiones graves y fue trasladado al Hospital de referencia de Burgos.
La primera investigación apunta, en función de los indicios recogidos por un equipo especial de atestados, a que el turismo invadió la calzada contraria y colisionó de frente con el trailer.
No es el primer suceso de estas características que vincula a Castilla y León y Portugal. Otros seis portugueses que viajaban en una furgoneta fallecían en la A-62, a su paso por la localidad de Torquemada, en 2008.
Infraestructuras pendientes
Se da la circunstancia de que el trágico suceso de ayer se produce en el tramo comprendido entre Burgos y Miranda de Ebro de la Nacional 1, una vía convencional para la que se construyó una alternativa, la Autopista del Norte (AP-1) desde Castañares, en Burgos, hasta Eibar. La conversión de la N-1 en autovía, en el tramo entre Burgos y Miranda de Ebro -localidad con 40.000 habitantes-, una reivindicación histórica e imprescindible según múltiples colectivos, constituyó una propuesta del PSOE para compensar el cierre de la central nuclear de Santa María de Garoña.
Una obra presupuestada en 600 millones, pero que el Gobierno ha aplazado por razones técnicas, con motivo del recorte en infraestructuras, del que Castilla y León ha salido perjudicada.
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