Ana Locking crea escuela

Cuando se apagan los focos de la pasarela, los motores de los talleres de los diseñadores continúan trabajando sin descanso. Y es que el mundo de la moda, y más en concreto en el de las firmas, no termina en el momento en el que su colección de temporada hace su aparición estelar en la «catwalk». Dar forma a un nombre conlleva tener conocimientos que van más allá del patronaje y la creación en sí. El marketing, los procesos de venta, el trato con los clientes y muchas otras disciplinas son esenciales para un futuro de éxito, y para las cuales los jóvenes recién titulados no encuentran la formación adecuada. Y es en este punto precisamente donde encaja el concepto de enseñanza que defiende la diseñadora Ana Locking, colaboradora de LA RAZÓN. «En España, las escuelas de moda no funcionan como en el resto del mundo. Son demasiado caras y limitadas. Una vez que los estudiantes terminan sus años de formación deben desembolsar grandes sumas de dinero para realizar talleres especializados», asegura. Así que para poner una solución al problema, Locking compagina su profesión con la dirección de este curso que imparte en el Centro Superior de Diseño de Moda de Madrid de la Universidad Politécnica.

La clave de este «training» pionero en nuestro país se encuentra en descubrir a lo largo de siete meses (de noviembre a mayo) todas las áreas de la profesión. «Las materias se articulan alrededor de dos asignaturas fundamentales. La primera, la parte creativa y de dirección que imparto yo; y la de branding, marketing y comunicación, cuyo profesor es Alberto Gonper. De ellas surge otra serie de cursos secuenciales de diferente duración que tocan materias como el lujo, la moda en inglés...», relata la diseñadora. Además, el curso, que lleva por título «Training profesional de moda con Ana Locking», cuenta con lecciones magistrales de otra serie de reputados profesionales en el mundo de la moda como Juanjo Oliva. Otro de los aspectos que hacen de este postgrado un oasis en medio del desierto para los diseñadores noveles es que, tras la formación académica, tienen la oportunidad de trabajar al lado de su maestra. «Los mejores de la promoción pueden participar en el proceso completo de una de mis colecciones: desarrollan los diseños, los patrones, las pruebas, el «fitting» y las ventas, para así saber cómo funciona en realidad este sector», explica.

Además, al terminar el postgrado cada estudiante realiza una «colección cápsula» basándose en experiencias personales con total libertad. «Una vez terminada su propuesta, se contrata a un fotógrafo profesional para retratar los diseños de cada alumno, a los modelos correspondientes, y, después, nos encargamos de su difusión. Se publican en blogs de moda, en revistas... en definitiva, se busca el modo de dar salida a su trabajo y conseguir repercusión, algo que hasta ahora no se realizaba en los cursos existentes», matiza Locking.

«Ana nos ha enseñado a trabajar con pasión»
Virginia, Natalia, Marta y Rosa son cuatro de las alumnas que terminaron en mayo la primera edición del master que imparte Locking y todas coinciden en lo mismo: «Ha sido una bombona de oxígeno. Hemos descubierto qué parte de la moda nos gusta más y nos ha ayudado a ser más versátiles y a enfocar nuestro futuro», comentan. Pero, realmente, ¿es Ana tan buena profesora como diseñadora? No lo dudan: «Sí, es generosa, nos muestra todos sus trucos y, además, nos ha enseñado a trabajar con pasión», confiesa Virginia Rucabado (en la imagen uno de sus diseños).