Peleas y arte en Las Vegas

En el Hotel Casino Mandalay, detrás de una puerta con un cartel en el que se lee «Sala Privada», se encuentra Lorenzo Fertitta, de 42 años, con su amigo Dana White, de la misma edad. Es un pequeño espacio con forma de ele con bancos de madera, que se asemejan a los vestuarios de cualquier instalación deportiva. A través de una pantalla de plasma extraplana siguen las luchas del Campeonato UFC 143 en Las Vegas, que se ha celebrado la víspera de la final de la «Super Bowl» el pasado domingo.

«La noche anterior no ocurre casi nada en la televisión. Es muy tranquila y la víspera la gente no sale mucho. Así que para nosotros es perfecto. Quedan varios amigos y entre todos ponen dinero para ver las peleas», explica este italoamericano de familia siciliana de su decisión de programar las peleas en televisión por «pay-per-view». Ésta es una de sus grandes fuentes de ingresos. Fertitta, que ocupa el puesto 359 en la lista de «Forbes» de los 400 hombres más ricos de Estados Unidos, tiene una fortuna personal valorada por 1.200 millones de dólares.

Sabe que llenará el estadio del Hotel Casino Mandalay Bay para las peleas con parte de la gente que ha preferido ir a Las Vegas en vez de a Indianápolis, donde se ha celebrado la «Super Bowl», porque en esta ciudad de Nevada es la única donde se puede apostar de forma legal a las competiciones deportivas. Ha preferido hacerlo en este casino porque está en Las Vegas Strip, donde se ubican los más famosos de la «urbe del pecado», a pesar de que él y su hermano son dueños de trece casinos en la ciudad. En uno de ellos, el Red Rock Resort Spa, el candidato republicano Mitt Romney, al que Fertitta ha hecho donaciones de seis cifras, celebró la victoria la noche del sábado cuando ganó el «caucus» de Nevada.

En ese mismo casino, Fertitta tiene su oficina, donde sólo se consigue el acceso tras introducir en un aparato una clave y colocar el dedo para que reconozca la huella dactilar. En ese despacho, un miembro de su equipo dice que cuelga un cuadro de Picasso. Fertitta y su hermano Frank están en la lista de los 200 mayores coleccionistas de arte de la revista «ArtNews». Él prefiere no hablar de obras en concreto, pero «mi favorito es Basquiat», reconoce. «Tengo un gran Rothko, también Hirst, Warhol», obras que ha adquirido en compras privadas y subastas. Gracias a sus préstamos, los de su hermano y algunos de sus amigos de Las Vegas, el museo de arte de la ciudad pudo hacer en 2008 una gran exposición con todos estos artistas.

Basquiat, Warhol, Murakami
Lorenzo Fertitta, que dice que no cree que venda piezas de su colección de arte, cuenta con «Jersey Joe Walcott», de Jean-Michel Basquiat. También está en su colección «Warrior», del mismo artista ya fallecido, junto con «Evangelists 2-Matthew, Mark, Luke and John», de Damien Hirst, otro de los nombres que más gustan donde abunda el dinero. Su hermano mayor Frank también posee «$», de Andy Warhol. Éste también cuenta con «Suite of 12 24-Inch Flowers», de Warhol, y «Vapor Trail», de Takashi Murakami, el artista del lujo (ha comprado el logo de Louis Vuitton para realizar sus pinturas con él).

Fertitta toma una bebida energética de naranja durante la entrevista. Acaba de llegar de Nueva York, después de seis horas de vuelo y tres de diferencia horaria. Y antes ha estado en París. Pero Fertitta no se arruga ante el «jet-lag». En una ocasión, voló en su jet privado de Río de Janeiro a Las Vegas para ver a uno de sus tres hijos jugar un partido de fútbol. Va impecablemente vestido. Su cuerpo moldeado por el «jiu-jitsu» brasileño llena su camisa celeste. Lleva corbata a juego, pantalón oscuro y zapatos negros de hebilla perfectamente pulidos.

Habla de forma pausada y segura. Tiene voz profunda, pero sobre todo muy claras las cuentas de este negocio, y también las cifras que va a revelar y las que no. Lorenzo Fertitta posee el 45 por ciento de este negocio (su hermano Frank también tiene el 45 y su amigo de la infancia Dana White el 10). «El impacto económico de las peleas en la ciudad de Las Vegas es de más de cien millones de dólares al año. La gente que viene a verlas gasta el doble que el cliente medio de Las Vegas», explica.

Hoy en día esta organización de artes marciales mixtas (MMA en inglés) «es la marca deportiva de mayor crecimiento mundial», según Fertitta, que la adquirió en 2001 después de rencontrarse con Dana White, un amigo de adolescencia, muy interesado siempre en la lucha, y su actual director.

Nadie diría que este hombre que vive entre luchadores, jugadores compulsivos y noches de luces y neón en la «urbe del perdón» se dedique también a la delicada tarea de coleccionar arte. Así es el nuevo coleccionismo.

Pasión por los golpes
«Me di cuenta de que Las Vegas, donde nací y crecí, es la única ciudad que no tiene un su deporte. Recuerdo que mi padre me llevó de pequeño al boxeo y, después de que entrase en crisis, nos dimos cuenta de que no había una marca. Con UFC hemos podido canalizar nuestra pasión por las peleas. Al principio, nos costó mucho trabajo. Tuvimos que rehacer la misma marca. Pero, en 2005 cuando hicimos (el programa) «The Ultimate Fighte» en Spike TV empezamos a despegar. Puede ser el mayor deporte en el mundo porque es el único que viaja a través de fronteras y culturas», dice convencido. A partir del próximo 20 de febrero, en Energy, el nuevo canal masculino de Mediaset, se programarán las peleas «TUF» 14.