Y ahora a 90

«Ésta es la penúltima ocurrencia del año», exclama Raimundo García, presidente de la Asociación Española de Accidentología Vial (AEAV), cuando conoce la nueva reducción de velocidad que Pere Navarro quiere introducir antes de que termine la legislatura. En declaraciones a Efe, el director general de la DGT defendió la bajada de 100 a 90 kilómetros por hora en el límite de velocidad en carreteras convencionales como medida para reducir la siniestralidad en estas vías, donde se produce el 75 por ciento de los accidentes mortales. El año pasado murieron 1.730 personas. De ellas, 1.331 fallecieron en una vía de un carril por sentido.

Otro de los motivos que esgrime Navarro para disminuir la velocidad en 10 kilómetros es la armonización con el resto de países de la Unión Europea; sin embargo, sólo en siete se conduce a 90 y, al margen de Bélgica y Luxemburgo, los otros cinco son países donde la red de carreteras está en desarrollo como Lituania o Eslovaquia. Alemania y Austria, al contrario, conservan su velocidad a 100 kilómetros por hora. Sólo Suecia, por causas climatológicas, limita su velocidad a 70. El resto de miembros mantienen límites variables dependiendo del arcén y del ancho del carril. De ahí que desde el RACE lleven años reivindicando «la importancia del concepto de velocidad variable, que depende de las características de cada tramo», explica el director de Seguridad Vial, Antonio Lucas. Las asociaciones de automovilistas rechazan la medida. Consideran que es una forma de «eludir la responsabilidad», comenta García. «Atacar sólo a la velocidad es dejar cosas en el camino, como los puntos negros», añade Lucas.

Tráfico pretende que el nuevo límite pueda aprobarse de forma similar al de 110, mediante una reforma del Reglamento de Circulación. Pero lo que más preocupa es el coste de la nueva medida. Navarro, no obstante, asegura que no será alto porque no se necesitará instalar nuevas señales, sino que con retirar las de 100 será suficiente, ya que el nuevo límite general de todas las vías convencionales será de 90. «Así es mucho más fácil de entender para los conductores. Colocaremos grandes carteles al inicio de las carreteras secundarias advirtiendo del límite de 90», destacó el director general de la DGT.

La medida no se corresponde con los datos que emiten los estudios. El último que realizó Automovilistas Europeos Asociados (AEA) indica que la velocidad media de los conductores en vías secundarias no supera los 80 km por hora, por lo que la medida es poco efectiva. De ahí, el malestar de los expertos. «Hay que imponer límites de velocidad en base a riesgos concretos. El modelo de actuar del Gobierno basado en el ensayo-error no funciona», reclaman desde la AEAV. Arnaldo demanda atención en «otras necesidades de las carreteras de un solo carril»: la limpieza de las señales, la iluminación de numerosos tramos y el mantenimiento del firme que, en muchos casos, se convierte en puntos negros de accidentes. También coloca el foco de atención en la accidentalidad de estas vías que «no tienen sistemas de protección adecuados» y que, por ello, pueden contribuir en un mayor riesgo en siniestros que deberían ser leves.

Salvo la asociación Stop Accidentes, que aplaude la iniciativa, el resto de entidades consideran que se trata de «un planteamiento simplista» y que se debería implantar una metodología según el tramo de la vía. Además, desde el punto de vista técnico debería realizarse un informe previo.

Un año de cambios
4-03-2011
Bajamos a 110 km/h
La medida se puso en marcha, según la DGT, para ahorrar energía.
25-03-2011
Los noveles, a 120 km/h
Días después de reducir a 110, se aprobó que los noveles circulen a más de 80 kilómetros por hora.
01-07-2011
Fin del límite
El Consejo de Ministros decidió no prorrogar la medida y se volvió a los 120.
03-09-2011
A 90 en secundarias
Navarro propone bajar de los 100 km/h en las carreteras de una sola vía.