Hollywood

El suicidio del cine español

La recaudación cae un 33% y se pierden 6,7 millones de espectadores 

El suicidio del cine español
El suicidio del cine españollarazonfreemarker.core.DefaultToExpression$EmptyStringAndSequenceAndHash@1066cde8

 Dentro de una semana todo serán sonrisas en la gran fiesta del cine español. Dos mil metros cuadrados de alfombra roja adornarán el Teatro Real de Madrid para poner al mal tiempo buena cara, porque la realidad de la industria es otra. Las cifras poco tienen que ver con el esplendor de los alrededores del Palacio Real y el humor de Andreu Buenafuente, ya que los que serán protagonistas de la gala sólo han conseguido atraer a las salas a poco más de 10,7 millones de espectadores durante 2010, es decir, 6,7 millones menos que el año anterior. Hay que remontarse a 1996 para encontrar un dato peor, de 10,4 millones de espectadores, que el de la cosecha del pasado año. Este descalabro de nuestra cinematografía también se traduce, lógicamente, en un descenso muy notable de la recaudación, que durante el ejercicio anterior cayó un 34 por ciento.

Las arcas se vacían
Aunque las cifras definitivas las aportará el Instituto del Cine dentro de unas semanas y seguramente diferirán de forma ligera, LA RAZÓN ha tenido acceso a los datos de la empresa de estudios de mercado Rentrak que recientemente compró a Nielsen, la consultora de referencia de la industria audiovisual española, de los que se extrae que la taquilla del cine español se queda en este año en unos modestos 69,7 millones de euros, mientras que en 2009 superó los 104 millones. Las arcas de la industria no habían visto entrar menos dinero desde 2000, cuando ingresaron 53,7 millones.

Por consiguiente, la lucha por que nuestro cine le robe terreno a las películas extranjeras está cada vez más desequilibrada. La cuota de mercado del cine español en 2010 se sitúa alrededor de un 10,8 por ciento. Una vez más, hay que remontarse a 2000 para encontrar un dato peor, que fue del 10 por ciento. Esta batalla ha sido uno de los principales quebraderos de cabeza de nuestros productores, que siempre han aspirado, sin conseguirla, a una cuota de mercado del 20 por ciento. El año que más cerca se estuvo de esta cifra fue 2001, fecha de estreno de «Los otros», cuando llegó al 17,9 por ciento de cuota de mercado.

De esta manera, la brecha entre la taquilla del cine español y las subvenciones que recibe sólo del Estado (es decir, sin contar con las partidas procedentes de las autonomías) se hace cada vez más grande. La industria recibe ayudas del Fondo de Protección a la Cinematografía, gestionado por el Instituto del Cine del Ministerio de Cultura y dotado con 89,39 millones de euros. Al comparar esta partida con la taquilla conseguida, se comprueba que durante el año pasado el cine español recibió casi 20 millones de euros más de lo que logró recaudar en la taquilla. La cosecha de 2008 había sido hasta ahora la única en que las subvenciones habían superado a la recaudación, con una diferencia de 4 millones, una cifra muy alejada de los 20 que separan este año a ayudas y taquilla.

Además, este retroceso no se puede achacar a una menor asistencia a las salas, ya que el comportamiento del cine extranjero ha mejorado. Mientras que en 2009 recaudó 566,6 millones de euros, en 2010 subió hasta los 575,1. De esta manera, la responsabilidad de que nuestras salas hayan dejado de ganar 26 millones de euros sólo puede recaer sobre el escaso éxito del cine español. Con todo, la taquilla no es, en este caso, un fiel reflejo de la asistencia a las salas. Los espectadores durante 2010 no llegaron a los 100 millones, una barrera que no se bajaba en muchos años. Pero la industria de Hollywood ha sabido capear la tendencia negativa en la asistencia gracias al 3D, ya que, aunque pierdan espectadores, la recaudación se mantiene porque las entradas para las cintas estereoscópicas son más caras que las del cine en 2D.

Sin títulos en el top ten
Aunque los primeros datos de 2010 sobre la industria ya no presagiaban un gran año, el segundo semestre es tradicionalmente el que aporta más espectadores. El éxito de «Tres metros sobre el cielo» (8,5 millones), «Los ojos de Julia» (6,8 millones) y «Que se mueran los feos» (6,7 millones) no ha sido, sin embargo, suficiente para compensar una de las peores cosechas de nuestra cinematografía. También es notable que ninguna cinta española esté entre las diez más vistas en nuestras salas. Un año más, habrá que tener esperanza en que la cuarta entrega de «Torrente» (que se estrenará también en 3D) y la nueva de Almodóvar, «La piel que habito», resuelvan el balance.

El acuerdo recién alcanzado para luchar contra la «piratería» de contenidos que se votará la próxima semana en el Senado también podría ayudar a compensar ligeramente las pérdidas, ya que, según el último informe de la Coalición de Creadores, sólo durante el primer semestre de 2010 el valor de las películas «pirateadas» ascendió a 1.867 millones de euros, aunque Hollywood se lleva en esto la mayor parte. Dicho observatorio también situó la tasa de «piratería» del cine en el 77,1 por ciento.

Más allá de que haya un título o dos que mejoren las cifras de este año, la industria nacional lleva años buscando un cambio de modelo. Para ello será fundamental que se empiecen a notar los efectos de la nueva Ley de Cine. Es temprano aún para valorar cuánto tiempo se necesita para que estas consecuencias tengan su resultado en la cuota de mercado. La nueva norma y, sobre todo, la orden ministerial que ha desarrollado el equipo de Ángeles González-Sinde, pretende que no se produzcan tantos títulos, pues España está muy por encima de la media europea en número de producciones; sin embargo, el atractivo que tienen en la audiencia es menor que en estos países. Aunque las subvenciones se repartirán en 2011 de acuerdo con este nuevo criterio, resulta complicado que las costumbres de la industria se reviertan en apenas doce meses; por tanto, sería raro que, aunque las cifras mejoren, nos encontremos un panorama cinematográfico mucho mejor en 2011.