Caso Malaya
Condenado un funcionario de prisiones que dejó sordo a un recluso
Un funcionario de prisiones de Sevilla ha sido condenado a un año y medio de cárcel y a pagar 60.242 euros de indemnización por propinar una "fuerte bofetada con la mano abierta"a un preso, lo que le produjo perforación del tímpano y le dejó como secuela una pérdida completa de audición.
La sentencia de la Sección Séptima de la Audiencia, a la que ha tenido acceso Efe, indica que los hechos ocurrieron el 9 de julio de 2006 en la cárcel Sevilla-1, cuando el funcionario E.G.V. pidió al preso R.P.A. que se dirigiera al módulo de aislamiento.
Una vez allí, cerró la puerta y se produjo entre ambos una "acalorada discusión motivada por unos presuntos comentarios despectivos que circulaban por el Centro Penitenciario", que el funcionario atribuía al preso y que consistían en afirmar que consumía alcohol y drogas en el trabajo.
El funcionario propinó al preso "una fuerte bofetada con la mano abierta"que le dio de lleno en el oído izquierdo, lo que le provocó una perforación del tímpano y la consiguiente pérdida completa de audición.
Dice la sentencia que "contradice las reglas de la lógica"que el trabajador adoptase este procedimiento de resolución de una controversia con un interno y no optase por la vía reglamentaria de dar parte del recluso "por las vías que el ordenamiento jurídico penitenciario le concedía en su condición de funcionario".
El abogado del preso, Eduardo Millán, ha informado a Efe de que su cliente será indemnizado en 59.737 euros por la sordera y otros 505 euros por los días de baja, lo que totaliza 60.242 euros.
Junto a la condena de cárcel, el fallo impone a E.G.V., de 42 años, otro año y medio de inhabilitación especial para el cargo de ayudante de Instituciones Penitenciarias y una multa de 300 euros.
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