Ahora Madrid

Cerco al tráfico

El triángulo comprendido entre la calle Alberto Aguilera, San Bernardo, Gran Vía y Princesa se cerrará al tráfico para todos aquellos que no vivan en la zona, bajo pena de multa de 90 euros. También serán nuevas Áreas de Prioridad Residencial (APR) el barrio de Palacio y el entorno de la calle Fuencarral, lo que, sumado a las actuales APR de Las Letras, Cortes y Embajadores, impedirá acercarse en coche al centro de la capital.

Zonas de circulación restringida
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MADRID- El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, prometió en la campaña electoral que convertiría en Área de Prioridad Residencial el barrio de Palacio –limitado por la Cuesta de San Vicente, la plaza de España, las calles Jacometrezo, Fuentes, Cuchilleros y Toledo y el río Manzanares– y la zona de Fuencarral, sin especificar esta última.

Pero según el documento Ciudad Futuro Madrid 2020, que se presentó en el Observatorio Económico, el consistorio está considerando la posibilidad de añadir el norte de la Gran Vía y la Ciudad Universitaria a la lista de APR. Entre estas dos opciones, la primera sería la que está más «cocinada» por el equipo de Gobierno de Gallardón, puesto que el delegado de Seguridad, Pedro Calvo, aseguró en 2010 que se estaban estudiando las APR del barrio de Justicia y de Universidad.

Los vecinos, a favor
Estos barrios comprenden las traseras de Gran Vía desde la calle Fuencarral hasta Génova, Sagasta y San Bernardo, el de Justicia, y de San Bernardo a Sagasta, Alberto Aguilera, Princesa y Gran Vía, el de Universidad, por detrás de la plaza de Callao, que engloba todo el entorno del Cuartel de Conde Duque. Los vecinos de esta zona, además, llevan reivindicando varios años que el Ayuntamiento impulse la zona y, dado el éxito de la peatonalización parcial de la calle Fuencarral, son favorables a cualquier medida de contención del tráfico que anime a pasear.

En caso de que el consistorio ponga en marcha las APR comprometidas y las que están en consideración, el centro de Madrid, desde Cibeles hasta Colón, desde el Manzanares hasta los bulevares y cortado únicamente por la Gran Vía, será coto exclusivo de los residentes. Se acabará el callejear por las traseras en busca de aparcamiento y sólo se permitirá el acceso a los párking públicos que ya existen en la zona. Y sumadas estas medidas a todos los espacios peatonalizados, y los que serán reformados para ampliar las aceras, como la calle Atocha, el coche será una especie en peligro de extinción.