Apeaderos fantasma

Los habituales de las líneas de Cercanías madrileñas conocen bien algunas paradas que parecen surgir en medio de la nada. Se trata de poco más que apeaderos, algunos utilizados sólo para cambiar líneas o hacer una excursión el fin de semana, en los que prácticamente nunca hay viajeros. Al ser estaciones muy poco transitadas, muchas de ellas no tienen taquilla y Renfe aún no ha instalado máquinas expendedoras de billetes, lo que provoca que mucha gente suba al tren sin el título correspondiente. Esta circunstancia se resuelve normalmente pidiendo al interventor que cobre la tarifa una vez en el convoy, pero algunos pasajeros se han quejado en internet de que no siempre es así y que han sufrido las consecuencias, en forma de multa, al no poder salir por los tornos en las estaciones de destino.

Según denuncian varios usuarios de Cercanías en el blog 1/4 de ambiente, que utilizan los apeaderos de San Yago, Los Negrales, Las Zorreras, Los Molinos, El Tejar y Meco, en los que no hay taquilla ni máquina de autopago, el revisor les ha multado por no llevar el billete e, incluso, en la estación de Sol dudaron de su veracidad a la hora de contar desde dónde viajaban.

También aseguran que han subido a trenes donde no había revisor y no han tenido manera de pagar el trayecto, aunque querían hacerlo. Otros afirman que han sido multados aunque llevasen un billete de diez viajes, ya que otra de las características de estas estaciones es que no tienen tornos, por lo que es imposible cancelar el título. «A veces estás obligado a colarte», asegura una de las internautas. También protestan porque algunos revisores o los empleados de Renfe de sus estaciones de destino les han cobrado el billete y la correspondiente multa, algo que consideran injusto.

Las reclamaciones de los usuarios de Cercanías se extienden también a las paradas cuyas taquillas tienen el horario más restringido en verano o las máquinas estropeadas durante largos periodos de tiempo que les impiden comprar con normalidad su título. «En verano, en Alcalá Universidad estuvo cerrado y habitualmente cierran pronto, así que aunque quieras no puedes comprar el billete», asegura uno de los comentaristas del blog.

Otros, en cambio, señalan que Renfe avisa en estas estaciones de que no hay taquilla y deben abonar el importe del viaje al revisor. «En bastantes estaciones hay carteles anunciándolo y en los propios trenes hay carteles justo en la entrada», apuntan aunque destacan que según a que horas no encuentran al interventor.

Por su parte, fuentes de la compañía ferroviaria aseguraron que, frente a las denuncias de los usuarios, existe mucha «picaresca» para evitar pagar el billete. «Es verdad que en estas estaciones no hay taquilla ni máquina de autopago –reconocen–, pero los revisores están pendientes de estos apeaderos para ir a cobrar el título en los vagones en los que suba alguien». De hecho, señalan que son muy pocas las personas que los utilizan y casi todos tienen abono de transportes.

«Lo que pasa es que mucha gente se lo sabe e intentan engañar al revisor», acusan. Es más, desde Renfe afirman que los interventores tienen obligación de creer al usuario cuando le dice desde qué estación viaja. «Además, la mayor parte de viajeros buscan al revisor o les avisan cuando entran en el vagón para abonar el importe».

Lo mismo aseguran muchos de los que han comentado en el blog: «Desde Madrid lógicamente pago, pero desde La Losa, que es un apeadero que no tiene máquina ni taquilla, pues no. Normalmente pasa el revisor y lo pago sin problemas (y sin multa), pero algunas veces no pasa y lo hago gratis, ya que en Chamartín no hay tornos para salir».

Renfe recuerda que antes no había máquinas autopago en ninguna estación pero que, poco a poco, la red va mejorando y se van instalando en todas las estaciones de la red de Cercanías.