China

ANÁLISIS: Pagan los ciudadanos por Carlos Rodríguez Braun

La Razón
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–¿Qué resultado ha tenido la cumbre del G-20?
–Ninguno, como es habitual. Se trata de unos absurdos y onerosos encuentros donde quienes proponen lograr un crecimiento sostenido y equilibrado son en realidad sus mayores enemigos. Lo máximo que cabe esperar es que no hagan más daño. En todo caso, suele haber abundantes estampas para la galería, y alguna ocasión para la risa, como cuando Cristina Fernández de Kirchner imparte lecciones de capitalismo. Igualmente ridículos, pero mucho más cercanos y por tanto más peligrosos, son los políticos europeos que hace unos días nos juraron que todo estaba resuelto.

–¿Habría sido mejor lograr más dinero para fondos de rescate?
–No, porque se trata de rescatar a gobiernos irresponsables, no a los ciudadanos.

–¿Qué pasa con Italia?
–Es el único paso aparente que se ha dado, con la aceptación de que el Fondo Monetario Internacional supervise la evolución de sus reformas fiscales. Pero lo ha hecho antes con muchos otros países, con éxitos manifiestamente descriptibles. Un aspecto positivo, por cierto, es que no ha conseguido más dinero, que siempre es dinero de los contribuyentes.

–¿Por qué China, igual que otros, se ha negado a aportar fondos?
–Porque se trata de una criminal dictadura comunista, pero no de una pandilla de insensatos.

–¿Estamos en manos de los mercados?
–Ojalá lo estuviéramos, porque en los mercados nadie está obligado a pagar. Estamos, como siempre, en manos de los políticos, que, una vez que estallan las consecuencias de las medidas extraviadas que ellos mismos aplican, acuden prestos a aportar la solución que, como siempre, estriba en quitar a los ciudadanos su libertad y sus bienes.

–¿Qué daños se han evitado?
–No se ha aprobado, aún, la mal llamada «tasa Tobin», que es un impuesto sobre los ciudadanos usuarios de servicios bancarios.

–¿Es la salida aumentar el crédito?
–El crédito existe pero se lo están llevando los Estados. Mientras ellos no hagan sus deberes, faltará crédito para los únicos que pueden sacarnos de esto: los empresarios privados.

–¿Continuará el circo del G-20?
–Sí. La próxima reunión es en febrero.