Enero cae en mayo por Pablo Vázquez

Este año Enero cae en Mayo. Celebradas las elecciones comienza en muchas comunidades autónomas y en la mayoría de los ayuntamientos un nuevo ejercicio presupuestario. Legalmente será el mismo, pero en términos prácticos el comportamiento será como si comenzáramos el año. Un año, por cierto, ciertamente difícil en términos presupuestarios. En el lado de los ingresos, lo que deberíamos esperar es un probable aumento de los impuestos.

Toca revisar el catastro y visto cómo están las finanzas de los ayuntamientos, sería raro que no se aproveche para subir el impuesto sobre bienes inmuebles. Tampoco se debería descartar una subida en los impuestos especiales, la gasolina o el tabaco, que tienen demostrada capacidad recaudatoria y pueden servir para que el Estado cuadre un año que no termina de remontar, tampoco por el lado de los ingresos. En cuanto a los gastos, es claro que hace falta ajuste.
Hay relevantes pagos a proveedores que se han diferido y que es preciso acometer. Y será necesario un severo repaso de los capítulos presupuestarios a final de año si queremos que la foto final se parezca algo a la proyectada.

Especial importancia va a tener, en el caso de las comunidades autónomas, la sanidad; dado el importante peso que tiene en el presupuesto. Las urgencias de reducir gasto sanitario en los próximos meses, deberían estar acompañadas de políticas más estructurales. Ni la sanidad se arreglaba antes echando paladas de recursos; ni ahora se arregla metiendo la tijera. Deberíamos ser capaces de cambiar incentivos, los que llevan a los pacientes a hacer en ocasiones un uso abusivo del sistema como vemos cada día por ejemplo en las urgencias, como los que conducen a tratar por igual a todos los profesionales, a los que ponen un enorme esfuerzo y a los que no lo hacen. Esto requiere más autonomía, más capacidad de decisión y nuevas responsabilidades. Definitivamente, este año enero comienza en mayo. 

Pablo Vázquez es director ejecutivo de FEDEA