«Rocío desde el cielo me va a ayudar»

 «Van a hacer un trabajo exhaustivo en las piernas y en las caderas porque tengo varias fracturas muy fuertes», confesaba ante los periodistas, pero no pierde la esperanza. Ayer, cuando viajaba camino a su domicilio, mantenía una conversación telefónica con «Vanitatis» en la que confesaba: «Sé que Rocío desde el cielo me va a ayudar» y destacaba el gran apoyo que estaba recibiendo por parte de sus hijos, José Fernando y Gloria Camila. Preguntado por el accidente, el torero aseguraba no recordar nada.
Pero el juez del juzgado de instrucción número 9 de Sevilla tratará de poner luz sobre el trágico siniestro que le costó la vida a Carlos Parra. Ha citado a declarar este viernes como testigos a dos de las tres personas que llamaron al servicio de emergencias 112 alertando de la presunta conducción «temeraria» del diestro poco antes de que su coche y el del fallecido colisionaran en aquel fatídico kilómetro 28 de la carretera A-8002, que une la capital hispalense con Castilblanco de los Arroyos.
Esos dos testigos llamaron al servicio de emergencias desde dos vehículos distintos y desde diferentes lugares, minutos antes de la colisión. Según consta en los informes oficiales, estas llamadas «identifican el turismo del ex torero al detalle, sin equívoco alguno» y denuncian una «presunta conducción temeraria». En ellas se menciona, entre otras circunstancias, «conducción irregular, continuos zig-zag, invasión continua y reiterada del carril contrario y doble adelantamiento en línea continua a alta velocidad».
El magistrado además ha citado al conductor que circulaba detrás del vehículo de Ortega Cano y que, como consecuencia del choque, recibió el impacto en su vehículo del motor de uno de los coches siniestrados. Según aseguró en su declaración ante la Guardia Civil después del siniestro, únicamente observó los dos coches ya accidentados, por lo que no pudo apreciar las circunstancias en que se produjo el siniestro.
Pero aún falta el informe clave, el que está realizando el Instituto Armado. Y es que, según aseguraron a Ep fuentes de la investigación, no estará finalizado hasta finales del próximo mes de agosto. Entretanto, el diestro tendrá que someterse a sesiones de fisioterapia a diario en la clínica Ruber de Madrid. Es todavía muy largy duro el camino a recorrer.

Apoyo incondicional
Ya lo dijo Ortega Cano al salir del hospital: «Quiero agradecer a mis dos hijos, José Fernando y Gloria Camila, que con la edad que tienen han mostrado una madurez que no me esperaba. Ha habido un cambio en ellos muy grande». Los hijos del ex torero no se han separado del torero ni un momento. De hecho, el diestro ha llegado acompañado de José Fernando a la casa en la que vivió hasta que se casó con Rocío Jurado.