Sarkozy pondrá un techo de déficit en la Constitución pese a no tener apoyos

La «determinación» de Sarkozy se mantiene «intacta», en respuesta a informaciones en la prensa, según las cuales el presidente ha renunciado a correr el riesgo de convocar al Parlamento para esa reforma sin tener el apoyo necesario, informa Efe en fuentes del Elíseo.

Las consultas de su primer ministro, François Fillon, con los principales líderes de los grupos parlamentarios para sondearlos y tratarlos de convencer «acaban simplemente de comenzar», señalaron las citadas fuentes de la sede presidencial francesa.

El diario «Libération» afirmó ayer, citando también fuentes del Elíseo, que el jefe del Estado no convocará a diputados y senadores para votar lo que en Francia se conoce como la «regla de oro» «si no está seguro de disponer de una mayoría». A falta de poder sacar adelante la reforma, el diario señaló que sus consejeros planean una intervención de Sarkozy en televisión a finales de este mes para explicar su decisión y cargar contra los socialistas.

De acuerdo con esa versión, la línea argumental para evitar que los mercados lo interpreten como una marcha atrás en el compromiso de constitucionalizar la lucha contra el déficit y la deuda pasa por decir que no se renuncia a la reforma, sino que simplemente se aplazaría hasta después de las elecciones presidenciales de la primavera de 2012.

De hecho, en la cumbre franco-alemana celebrada este verano, Sarkozy y la canciller alemana, Angela Merkel, proponían a todos los países del euro que integraran esa «regla de oro» antes del verano de 2012. España ya lo ha aprobado e Italia está a punto de hacerlo.

Malestar en italia por las «lecciones económicas» de blanco
José Blanco, ministro de Fomento y portavoz del Gobierno, ha estado a punto de provocar una crisis diplomática con Italia debido a su irrefrenable deseo de dar lecciones de economía. En una entrevista en Telecinco Blanco afirmó que el Ejecutivo está «muy preocupado» porque algunas naciones como Grecia e Italia «no cumplen con sus objetivos». Esta actitud afecta a nuestro país, según Blanco, pues «condiciona la decisión de los mercados que tienen que comprar nuestra deuda». En particular se quejó del Gobierno de Silvio Berlusconi: «Hizo un plan de ajuste y luego se desdijo a los pocos días». Las palabras de Blanco han sentado mal en Italia, donde se aceptan a regañadientes las reprimendas de la canciller alemana, Angela Merkel, pero no se entiende que sea España quien dé lecciones. Aunque el Ejecutivo de «Il Cavaliere» no quiso hacer ningún comentario oficial al respecto, los principales diarios italianos se hicieron eco de las quejas del socialista. El «Corriere della Sera» informó en su edición de ayer de que el Gobierno de Silvio Berlusconi consideró «arrogante» que el ministro de Fomento de España le «diese lecciones» de economía, informa D. Menor.