Egipto estrena Parlamento (casi) sin mujeres ni liberales

También el primero dominado por los islamistas, que se han hecho con más de dos tercios de la Cámara Baja en unas elecciones calificadas de libres y limpias por los observadores: 235 escaños de los 498 del Consejo del Pueblo han ido a los moderados Hermanos Musulmanes y 123 a los radicales salafistas.

En la primera sesión del Consejo del Pueblo, que fue larga y caótica como en los viejos tiempos, se podían ver en el hemiciclo muchas más barbas que de costumbre, signo distintivo de los islamistas. Algunos diputados salafistas quisieron marcar el carácter religioso que tendrá esta legislatura cuando, al jurar su cargo, lo hicieron en nombre de Dios, provocando la reprimenda de Mahmud Al Saqqa, el diputado más anciano, que presidió la Cámara hasta que fue elegido el nuevo presidente, Mohamed Saad Al Katatny, secretario general del partido Libertad y Justicia de los Hermanos Musulmanes. El histórico grupo opositor llega así al poder después de décadas de clandestinidad y encabezará también muchas comisiones parlamentarias. En su primer discurso ante la cámara, Katatny se mostró moderado y prometió que el Parlamento legislará para todos los egipcios. Pero las imágenes de un hemiciclo dominado por hombres barbudos inquietan y preocupan, sobre todo a algunos sectores de la sociedad, como los laicos y liberales o la minoría cristiana, que representa cerca del 10% de la población del país. En esta legislatura, sólo hay 14 diputados cristianos, 5 de ellos designados a dedo por el jefe de Estado, como marca la tradición. Asimismo, se teme por la situación de la mujer, infrarrepresentada en el nuevo Parlamento egipcio: sólo hay once diputadas, dos de ellas designadas, lo cual suma un 2% de los escaños. Amnistía Internacional denuncia que no ha obtenido un compromiso firme por parte de los principales partidos egipcios respecto a los derechos de las mujeres, ni por parte de Libertad y Justicia ni de los salafistas.