Buenos Aires
Ariel Rot y punto
El ex Tequila inicia una gira con nueve fechas solo en el escenario
«Nunca un título fue tan premonitorio», dice mientras ríe Ariel Rot (Buenos Aires, 1960). Habla del nombre de su séptimo disco en solitario, «Solo Rot», publicado el año pasado, un álbum mestizo y al mismo tiempo esencial, como toda la trayectoria trasatlántica del ex componente de Tequila y Los Rodríguez, que, lejos de acomodarse, se la juega. Nueve noches, sólo Rot solo, en Santander, Santurce, Irún, Barcelona, Vigo, Burgos, Valencia y doblete en Madrid, en las que la voz del porteño se revuelca con guitarra eléctrica, acústica y piano. Nadie más en el escenario.
«La dificultad es mayor para alguien que siempre ha tocado en una banda al costado. Para mí ha sido un cambio vertiginoso», explica. Si durante la grabación del último disco en estudio Rot creció como guitarrista, ahora ha subido peldaños con el piano. «Me estoy haciendo mejor músico, mejor cantante. Trabajo mucho y ensayo como podría hacerlo con una banda», y añade con aplomo que en realidad no tiene «mucho más que hacer en el día», ni está «en la edad en la que te juntas con tus colegas a pasar la tarde y las horas después. Mis amigos trabajan, están ocupados, cada uno hace lo suyo. Aunque por suerte encontramos momentos para juntarnos». Tequila y Los Rodríguez han vivido ya sendos retornos «que se plantean como algo puntual, pero, si nos dejan a todos contentos, la puerta está siempre abierta. También puedo juntarme una tarde con un vecino que toca el contrabajo». Rot recuerda el surgimiento de Tequila «como un milagro, como una chifladura en un tiempo en el que hacer rock y vivir de ello en España era imposible». «Y después de todo ese tiempo, me sigue poniendo hacer rock», remarca.
Emociones y rock
Su nuevo socio en el estudio de grabación es Pete Thomas, batería de los Attractions, la banda que acompaña a Elvis Costello, pero no sale de gira con él. «Porque, con lo que cobra, podría llevar una ‘‘big band''», dice riendo. Y aclara que, a pesar del formato de la gira, «que nadie espere que voy a dar un concierto serio, solemne. Hay humor, hay rock & roll», indica Rot, que confía mucho a las historias de sus canciones, narraciones con emoción agridulce. «La voz es fundamental. Todo tiene que quedar muy expresado para mantener la atención». Ha recuperado muchas canciones de su repertorio en solitario, incluso de su primera etapa, donde publicó dos álbumes que pasaron injustamente inadvertidos. «Es un ejercicio sano para la autoestima, porque revisándolas y quedándote con el esqueleto, me he dado cuenta de que tengo un repertorio considerable de canciones que se sostienen solas, que por su letra y su melodía valen. Y me gustó conocer ese perfil mío», asegura el compositor, que no tiene problemas de ego. «No, no es eso, es oficio. Llevo mis añitos en esto».
Inseguridad
El tema surge porque en el repertorio de Rot para esta gira hay «alguna milonga y algún tango». ¿Extraña Buenos Aires? «Sólo para ir de visita. Es caótica, intensa, y aunque la vida social y cultural parece que es impagable, pagas un precio», señala Rot, afincado en Madrid. «El precio es la inseguridad, la violencia que está subiendo desde hace diez años. Eso es nuevo, está ocurriendo ahora como en los países vecinos, como en Sao Paulo o México D.F. La gente está muy chiflada y resentida», cuenta Rot. «Pero aún no me siento extranjero», asegura.
- Dónde: Galileo Galilei. C/ Galileo, 100
- Cuándo: el 31 de marzo y el 7 de abril.
- Cuánto: entrada, 22 euros; anticipada, 18.
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