Lenguaje

OPINIÓN: Coaching y reflexión

La Razón
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La reflexión debe ser un proceso consciente, ya que sólo cuando traemos nuestros pensamientos a nuestra conciencia es cuando podemos evaluar y comenzar a tomar decisiones sobre lo que vamos a hacer y lo que no vamos a hacer, y sus resultados pueden ser la clarificación en un tema, el desarrollo de una nueva habilidad, o la resolución de un problema. La reflexión es «dar un paso atrás» para conseguir una perspectiva diferente y más global y, de esta forma, poder ponderar el significado de lo que nos ha ocurrido recientemente, y lo que les ha ocurrido a los demás en nuestro entorno inmediato, en nuestros cículos habituales y cotidianos.
El proceso de reflexión crítica implica una búsqueda de significado, que está delimitado por nuestros marcos de referencia y esto incluye dos estructuras de significado.
Una se refiere a las creencias, normas sociales, ideologías, juegos del lenguaje, teorías, etc., e incluye tanto códigos sociolingüísticos, como rasgos de personalidad, represiones provocadas por prohibiciones parentales que bloquean nuestras formas de sentir y actuar, como códigos epistémicos, como los estilos y preferencias sensoriales de aprendizaje...
Algunas de estas creencias se adquieren a través de la asimilación cultural, otras son estereotipos que se aprenden involuntariamente, por ejemplo, lo que significa ser jefe, y otras se pueden aprender de forma voluntaria, por ejemplo, a través del coaching.
La otra estructura implica esquemas, que son manifestaciones más concretas de significado y creencias que incluyen conceptos, juicios y sentimientos que dan forma a nuestras interpretaciones.
Se han identificado varios objetivos que se pueden conseguir a través de la autocrítica y la reflexión, objetivos que los coaches pueden facilitar y promover, especialmente en entornos laborales.
Los objetivos principales a conseguir, son: encontrar un reto, evaluar críticamente las creencias, explorar opciones para nuevos roles, relaciones y acciones, planificar cursos de acción, adquirir conocimientos y habilidades para la aplicación de los planes, replantear las relaciones existentes y estudiar nuevas relaciones. Además, no se pueden olvidar otros como acrecentar la competencia y la auto-confianza en los nuevos roles y relaciones.