Caracas
Iberoamérica se blinda con una cláusula democrática
Los presidentes y representantes de 22 naciones iberoamericanas recordaran esta XX Cumbre como una de las más insípidas de la historia. Muchos acuerdos firmados que podrían quedar en papel mojado y ningún rifirrafe entre los distintos mandatarios.
Se notó la ausencia de las brabucones bolivarianos capitaneados por Hugo Chávez. Ninguna voz subida de tono y un ambiente relajado fueron la nota dominante. Una calma reflejada en el rostro de Don Juan Carlos, sonriente en todo momento.
En cuanto al contenido, hubo varios puntos que ya se han vuelto fijos en estos foros. El encuentro volvió a apoyar la soberanía argentina sobre las Islas Malvinas, condenó el embargo de EE UU a Cuba, y concretaron la fijación de objetivos en educación.
Sobre este último tema, los presidentes firmaron la declaración final que se denominó «Metas Educativas 2021», en la que se comprometerán a invertir 100.000 millones de dólares. Tendremos que esperar para comprobar si con el paso de los años, los países efectivamente cumplen y entregan las partidas acordadas para esta materia.
En el plenario uno de los discursos más esperados fue el del Rey. En una intervención durante la que ilustró la importancia de la educación con citas de textos escritos por los argentinos Ernesto Sábato y Julio Cortázar, Don Juan Carlos animó a situar la mejora de la educación en el centro de las agendas políticas de los países iberoamericanos, porque así contribuirán «decisivamente» a la cohesión social y reforzarán la capacidad de sus sociedades «para superar dificultades, retos o desafíos».
Destaca particularmente la primera decisión política que se toma en una cumbre iberoamericana: una cláusula democrática que blinda a Iberoamérica de posibles golpes de Estado. Hace dos meses, Rafael Correa fue objeto de una frustrada asonada.
El documento establece que si un Gobierno «constitucional» considera que existe amenaza de ruptura o alteración del orden democrático, podrá notificarlo a la Secretaría pro Témpore, que informará al resto de miembros para adoptar medidas concretas de cooperación y un pronunciamiento para la defensa de la institucionalidad.
Estas medidas van desde las gestiones diplomáticas hasta la suspensión del derecho del Estado a participar en los órganos de la Conferencia Iberoamericana, así como «del goce de los derechos y de los beneficios» que se derivan de pertenecer a esta comunidad.
La cláusula alude también al golpe de Estado de mediados de 2009 en Honduras. El presidente Porfirio Lobo, que surgió de ese proceso tras el desplazamiento de Manuel Zelaya, no fue invitado a esta cumbre, por el no reconocimiento, entre otros, de Argentina y Brasil. A este respecto el presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, exhortó a sus colegas que respalden la reincorporación a la OEA de Honduras. «Ya que hemos firmado la clausula democrática incorporemos plenamente a la hermana república de Honduras a la OEA», dijo.
Por otro lado y aunque los presidentes de Suramérica postergaron la cita, los ministros de Exteriores enseñaron sus cartas. Colombia y Venezuela postularon formalmente sendos candidatos para ocupar la secretaría general de la Unión Suramericana de Naciones (Unasur), vacante tras la muerte del ex presidente argentino Néstor Kirchner.
Colombia propuso a su ex canciller María Emma Mejía Vélez, mientras Venezuela postuló a Alí Rodríguez, actual ministro de Energía Eléctrica y funcionario de estrecha confianza de Chávez. De nuevo la pugna Colombia-Venezuela. De hecho, la votación fue cancelada debido a las presiones ejercidas por Caracas para cancelar la cita ante la ausencia de varios aliados. Mermado por las ausencias el eje chavista temió perder la contienda.
España, dispuesta a mediar entre Nicaragua y Costa Rica
La ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, respondió ayer favorablemente a la petición hecha por la presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, para que nuestro país forme parte del llamado «grupo de amigos» que medie en el contencioso fronterizo que mantiene con Nicaragua. Jiménez explicó que esta crisis fue uno de los asuntos que se trataron en el desayuno que, tradicionalmente, mantiene Su Majestad con los representantes de los países centroamericanos en cada cumbre. También se examinó la propuesta del presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, para que se readmitiese a Honduras en la próxima reunión, en la idea de que el pueblo hondureño no tenga que sufrir unas sanciones desproporcionadas. A la propuesta sobre Honduras se adhirió El Salvador. Sobre los posibles problemas diplomáticos causados por las filtraciones de Wilkileaks, la ministra española dijo que «nadie les había dado la menor importancia».
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