Ministerio de Sanidad
El número de asesinatos cometidos hasta octubre se acerca a las cifras del trágico 2008
En sólo diez meses, 54 mujeres asesinadas. La cifra acumulada de lo que va de año se aproxima a la de los periodos más negros; por ejemplo, en 2008, el más trágico desde que se cuenta con estadísticas, octubre finalizó con 57 fallecimientos.
El Ministerio de Igualdad tiene con este asunto su mayor asignatura pendiente; o quizá la tenga Interior, o Justicia... pero la asignatura no se aprueba, está claro. Y todo indica que este año sacaremos peor nota que el pasado, pues fueron 55 las mujeres que fallecieron a causa de la violencia de género en 2009 mientras que este año, en sólo diez meses, ya han sido asesinadas 54.
Hace sólo dos días que publicaba LA RAZÓN una radiografía del estado de este asunto y, desde luego, quedaba claro que hacía aguas por todas partes. Las campañas de publicidad no han logrado que las mujeres se decidan a denunciar y, de hecho, de las 54 asesinadas sólo 13 habían presentado denuncia; las medidas de vigilancia y protección, concretamente los dispositivos de control, están infrautilizados: de 530 mujeres que los jueces han definido como «de alto riesgo», sólo 369 cuentan con dispositivos de control, según el delegado del Gobierno para la Violencia de Género, Miguel Lorente; los centros de salud y los hospitales carecen, en su mayoría, de protocolos de actuación adecuados para la detección precoz de la violencia de género, según un estudio presentado en el congreso de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria... En fin, parece que la existencia de una ley orgánica no ha supuesto la puesta en marcha de medidas eficaces. Incluso, unas actuaciones contradicen a otras hasta llevar a las víctimas a auténticos callejones sin salida; al menos, sin otra salida que no sea la muerte. El ejemplo más grave de la falta de medidas y coordinación en todos los ámbitos lo explica María José Fernández, abogada miembro de Mujeres Juristas Themis: «Como la ley dejó un vacío en cuanto al uso de dispositivos de control para quienes no estaban condenados, se elaboró un documento para incluir a quienes tenían medidas cautelares; al elaborarlo, no citaron a los agresores ya condenados, crearon un protocolo que sólo permite dar la pulsera si hay medidas cautelares y ahora una de mis clientas no puede llevar el dispositivo porque su ex marido fue condenado».
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