Excusas que no sirven

Los socialistas valencianos dan la impresión de no tener claro cuáles son sus objetivos. Una día sorprenden con una de cal y, seguidamente, dan cien de arena. Ayer lo comprobamos con el portavoz en Les Corts, Ángel Luna. Para justificar su «espantá» a la reunión para tratar la reforma del Estatuto de Autonomía, no se le ocurrió otra excusa que la de no haber sido convocado en forma. El problema no es ese, sino que no saben si apoyar la modificación o rechazarla. Tienen que mirar a sus jefes madrileños para aclararse. No se dan cuenta que, si no fue ayer, será hoy o mañana cuando deberán explicarse.

¿No aprobaron una cláusula por la que la Comunitat se equipararía a las capacidades de las mejor colocadas?. En consecuencia, si Cataluña y Andalucía han obtenido con sus nuevos Estatutos inversiones del Estado en función de su aportación al PIB y de su población, respectivamente, lo lógico es que la nuestra se iguale a ellas y que el PSPV apoye la propuesta del Consell y PP.

El PSPV sigue sin entroncarse con esta sociedad. Cuando Alarte o Calabuig parecen caer del caballo y desmarcarse de la línea que les llevó a la ruina política, rápidamente insisten en los sueños pretéritos y en el fracaso. Así es la vida.