Actores

Ángeles de vacaciones por Rosetta Forner

La Razón
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Somos seres espirituales viviendo experiencias humanas. Creo en el alma, por eso no comparto la actitud materialista, egoísta y humanoide de esta sociedad mecanicista y «buenista», que considera a los hijos como «objetos de quita y pon» y a los fetos «seres vivos» desechables según el capricho de la «futura mamá» y/o del miedo del futuro papá o de la cobardía de ambos.

En Onda Cero, hace tiempo, coincidí con José Omar Dávila –con síndrome de Down, es el director de orquesta más joven del mundo–. Compartí con él mi teoría de las personas como él son almas que en otra vida habían hecho mucho por otras personas, y que en ésta habían venido a «descansar» al tiempo que les ofrecían la oportunidad de recibir un regalo especial, es decir, son «ángeles de vacaciones en la Tierra». Cuando le dije esto, sus alas y su sonrisa iluminaron el estudio desplazándose por las ondas hertzianas. Nos contó que la gente le da las gracias en sus conciertos por la inmensa alegría que despliega. Asimismo, su madre comentó que para ella era un regalo de Dios y que se sentía inmensamente afortunada. El contrapunto lo puso una periodista española que acababa de publicar un libro contando la historia de su hija, también con síndrome de Down. Mis ideas las tachó de «chorradas». Hablaba con mucha acritud. Estaba sumamente enfadada con la vida y «no entendía por qué le había tocado a ella y no a la Infanta Elena» (sic). La otra madre, la afortunada (con h de hada), no la entendía a ella. Dado que, más que coach, soy hadamadrina, prefiero ponerme las alas y decir SÍ A LA VIDA.